Llonín (Peñamellera Baja), Rebeca AJA

El pueblo de Llonín bien merece una visita, aunque en este rincón de Peñamellera Alta, a cobijo del Cuera, siguen esperando la que no llega, la de cualquiera de los dirigentes políticos regionales para ver que las mejoras que prometieron y comprometieron en el trajín electoral, cuatro años atrás, nunca llegaron.

Llonín iba a tener un aula de la prehistoria en las escuelas del pueblo donde mostrar públicamente la riqueza rupestre de la cueva local, que es, desde el año 2008, Patrimonio de la Humanidad y que, desde su descubrimiento científico en el año 1971, ha permanecido cerrada al público. El concejo espera, desde el año 2006, que el Ejecutivo regional materialice esa promesa y una segunda que ligó al futuro equipamiento en la misma fecha: el acondicionamiento y ampliación del único acceso rodado de que dispone la población. Ya entonces, en Llonín, clamaban por la mejora de una calzada sinuosa, con baches, sin cunetas y estrecha hasta el punto de dificultar el cruce de dos turismos e imposibilitar el de dos vehículos grandes.

Del futuro aula didáctica de Llonín solo está hecha la parte correspondiente al Gobierno municipal: redactó un proyecto y acondicionó el entorno del inmueble elegido como sede. Todo ineficaz sin financiación. En cuanto a la mejora de la carretera, el Principado sí ejecutará la obra aunque todo parece indicar que se quedara en un simple asfaltado que no satisface las expectativas vecinales de tener, por fin, una calzada amplia, saneada y segura.

«No podemos adoptar la postura del silencio porque sería una cobardía; no vamos a tolerar que con un asfaltado den carpetazo a esta legislatura», asevera Rosario Alonso Torre, portavoz del Partido Socialista en la oposición. La representante municipal, también vecina de Llonín, no pasa por alto -«aunque sea socialista», apostilla- «el desprecio absoluto al pueblo y el abandono profundo del municipio» del Gobierno regional.

Esta sensación es compartida por toda la Corporación municipal que vuelve a dejar constancia de su profundo malestar ante el retraso de ambas obras «por estar interrelacionadas y ser de auténtica urgencia». La actitud de la Administración regional hacia el concejo ha vuelto a aliar a las dos fuerzas políticas de Peñamellera Alta, el Partido Popular en el gobierno con su alcaldesa al frente, Rosa Domínguez de Posada, y la portavoz socialista en la oposición, Rosario Alonso Torre. Ambas dirigentes municipales han consensuado una moción para exigir la ejecución de ambos proyectos, la segunda en lo que va de año. En esta ocasión, la propuesta impulsada por el grupo socialista ahonda en la «mala gestión» y el incumplimiento del Principado con dos actuaciones irrenunciables para el municipio. Los 1,6 kilómetros que unen la carretera autonómica AS-114 con Llonín llegaron a tener consignación económica y un estudio de impacto medioambiental publicado en el «Boletín Oficial del Principado». El centro de interpretación de la cueva llegó a debatirse en la Junta General del Principado de Asturias a iniciativa del Partido Popular, exigiendo la ejecución de la obra, con acuerdo pleno en Comisión.

«El Ayuntamiento adaptó el entorno del edificio donde ubicar el centro de interpretación como pidió el Principado, incluso llegó a acuerdos con propietarios; pero el Principado no cumplió», explica Alonso Torre sin disimular su «indignación» personal y trasladar la vecinal. «No puede quedar todo bajo el paraguas de la crisis porque si hay crisis la hay para todos y, en cualquier caso, habrá que proteger a los más desfavorecidos». Alonso Torre echa cuentas del retraso que acumula el acondicionamiento de la carretera de Llonín y concluye que son tres legislaturas, dado que ya el primer gobierno de Vicente Álvarez Areces diseñó un plan de infraestructuras que incluía el acceso a Llonín.

Más recientemente, el Principado diseñó planes de protección para las cuevas asturianas y, entre ellas, la de Llonín, también conocida como la cueva del Queso, porque era este producto artesano el que maduraban en su interior los queseros de la zona hasta su descubrimiento científico. En el pueblo que le presta el nombre ven desilusionados como la declaración de la UNESCO no ha servido para espolear los compromisos regionales.