Colunga,

Bárbara MORÁN

Colunga está de luto por la muerte de uno de sus vecinos más queridos. Mario Suárez Gutiérrez, muy conocido en toda la comarca ya que era el propietario del popular café «La Esquina», falleció ayer a los 49 años de edad.

Mario Suárez era muy apreciado entre sus convecinos, muchos de los cuales recordaban ayer que nunca dudaba en colaborar en cualquier iniciativa en beneficio del concejo colungués. Su proyección pública era notable en el concejo, ya que regentaba el negocio que heredó de su familia materna. El café «La Esquina» es uno de los locales con más solera de la comarca oriental, un establecimiento abierto y regentado siempre por la familia Gutiérrez, que abrió sus puertas en los inicios del siglo XX y que hoy sigue siendo un punto de referencia para los vecinos, veraneantes y segundos residentes.

El cadáver de Mario Suárez Gutiérrez será recibido hoy, miércoles, a las cuatro y media de la tarde, en la iglesia parroquial de Colunga, donde se celebrará el funeral de cuerpo presente. Después, su familia se desplazará hasta el tanatorio de Cabueñes, en Gijón, donde los restos mortales del hostelero serán incinerados.

Amante de la caza, Mario Suárez Gutiérrez siempre tenía una sonrisa para todo el mundo. Sus vecinos no terminaban ayer de hacerse a la idea de su desaparición. «Es una gran pena por su juventud y por lo buena persona que era. Mario y su familia son muy queridos y conocidos por el café que regentan y hoy, todos estamos con ellos, compartimos su dolor», apuntó ayer José Luis Cueli, pariente del fallecido y secretario de la Asociación Colunguesa de Turismo Rural (ACOTUR), colectivo al que pertenecía el hostelero. «Es muy triste y todos estamos apesadumbrados por su muerte», añadió Cueli.

Mario Suárez deja esposa, Estela Collado García, natural de Libardón, y dos hijos, Álvaro de 18 años y Lucía de 7. Los tres, junto a su madre, Marita Gutiérrez Victorero, viuda de Abrahan Suárez Vicentero, a su abuela materna, Beatriz Victorero Granda y a su hermano, Alfonso, están recibiendo el consuelo y el abrazo de multitud de personas de toda la comarca, que desde primera hora ayer abarrotaron el tanatorio de Colunga, donde se ha instalado la capilla ardiente.

Entre los vecinos que ayer se acercaron al tanatorio para apoyar a la familia de Mario Suárez se encontraba Rogelio Pando, alcalde del concejo de Colunga, quien se sumó al dolor de la familia y de todo el municipio. «Mario era un amigo, y también su mujer. Siento una profunda tristeza, como todos los vecinos. Aquí todos nos conocemos, somos como una gran familia», relató Pando.

El regidor dedicó unas palabras al fallecido: «Era de mi quinta, de mi edad y un buen amigo mío, al igual que su mujer, que es de Libardón, como yo. Me sumo al dolor de toda su familia, Supone una gran tristeza que se vaya un vecino tan joven. Era un trabajador nato, como toda su familia, muy querida en el concejo y conocida por el café que fundaron y regentan», subrayó el alcalde de Colunga.