Colombres, Rebeca AJA

La marca «Paraíso Rupestre» tiene eslogan, página web y campaña publicitaria propia. «Por algo sería» es el eslogan que auspicia la invitación a recorrer el legado rupestre en el oriente de Asturias; es el lema comercial que da acceso al portal de internet donde un personaje, «el pintor rupestre», da pistas de cuales fueron las razones por las que, hace miles de años, escogió la comarca como asentamiento. La marca «Paraíso Rupestre» tiene todo esto, pero sigue coja de equipamientos. Hay quien defiende un eslogan, una campaña y una página que «vende» la visita a una red de espacios, aún incompleta, a modo de estrategia con miras al futuro. Pero también hay quien lo considera un engaño, puesto que en ese conjunto de espacios rupestres no sólo faltan equipamientos sino que, además, algunas de las cuevas promocionadas están cerradas al público.

El futuro Museo de Tito Bustillo es clave porque será el centro administrativo del proyecto «Paraíso Rupestre», una iniciativa que se presentó en el año 2003, que estaba previsto tener terminada en 2008 y que, en 2010, sólo tiene inaugurados 5 de los 13 equipamientos previstos: el Aula de Interpretación del Ídolo de Peña Tu (Llanes), el Centro de Interpretación de Santu Medé (Ribadedeva) dedicado a la cueva de El Pindal y el entorno de los acantilados donde se ubica, el Aula de la Fauna Glacial (Onís) y el Centro del Karst (Amieva).

Todos ellos han contado con financiación del Gobierno regional. Otros equipamientos atascados desde hace tiempo comienzan a ver la luz con ayuda económica estatal, es el caso de la denominada Casa de los Pintores de las Cuevas, en Cabrales, dedicada a la cueva de La Covaciella. El Estado destinará 140.000 euros para dotar de contenidos la Casa Bárcena, el inmueble donde se colocará la réplica del panel central de pinturas de la gruta.

En cuanto al proyecto del centro vinculado a Sidrón, el Gobierno de Asturias invertirá hasta 10 millones de euros en unas instalaciones que se estima que tendrán 2.600 metros cuadrados de superficie construida. Un total de 149 ideas se han presentado al concurso abierto por la Consejería para La Casa de los Neandertales que se va a levantar en Villamayor (Piloña).

«Paraíso Rupestre» es un plan con luces y sombras. Las últimas caen, por ejemplo, sobre el concejo de Peñamellera Alta, donde reiteradamente acusan al Gobierno asturiano de faltar a su compromiso con el proyecto municipal dedicado a la cueva de Llonín. El Ayuntamiento, del PP, hace tiempo que dejó la pelota en el tejado del Principado, una vez cumplida la parte negociada, es decir, la cesión del edificio sede del centro de interpretación, en el pueblo de Llonín, el acondicionamiento externo y la redacción del proyecto (con una ayuda económica regional de 50.000 euros). Lo cierto es que este equipamiento trae de cabeza a un Consistorio que sigue esperando a que sea el Principado quien acometa la obra.

Cultura rehúye polemizar y responde a esta cuestión repasando el grado de desarrollo de éste y otros equipamientos del plan comarcal y explicando que ya se han presentado proyectos para el centro vinculado al dolmen de Santa Cruz de Cangas de Onís o para el equipamiento vinculado a la cueva de Llonín en Peñamellera Alta, aunque tanto en estos casos como en los de los restantes centros previstos en el proyecto, «resta que los respectivos ayuntamientos concreten sus propuestas y planifiquen su ejecución y financiación». La Consejería está «dispuesta, como siempre lo ha estado, a colaborar con los ayuntamientos en esa tarea, como se demostró en 2008 con la financiación íntegra de la redacción del proyecto vinculado al Centro de Interpretación de la cueva de Llonín».

Para el Gobierno del Principado, el proyecto «Paraíso Rupestre» constituye la «gran apuesta cultural y turística del oriente de Asturias, con la que se conseguirá articular una oferta de turismo patrimonial sin parangón en España». Según Cultura, la cifra de inversiones de este departamento en el proyecto alcanza los 24,6 millones de euros (incluyendo las previsiones del futuro centro piloñés del Neanderthal), lo cual, según Cultural, da cuenta de la importancia que tiene esta iniciativa territorial en torno a la puesta en valor del patrimonio prehistórico de la comarca.

Cultura es responsable directa de la ejecución de los dos equipamientos centrales de este proyecto: el Centro de Arte Rupestre «Tito Bustillo», en Ribadesella, y el futuro equipamiento cultural vinculado a la cueva de Sidrón, en Piloña. El centro dedicado a Tito Bustillo será el equipamiento cabecera de la red museística. La obra civil ya está terminada, pero aún resta dotarlo de contenidos. La Consejería ve en este inmueble un «icono» de la arquitectura del Oriente, por su calidad y originalidad constructivas, así como por su función divulgativa del arte paleolítico. Se ha adjudicado ya el contrato para la dotación de contenidos expositivos, para los que el Principado reserva 2,5 millones de euros, a invertir en una superficie de 1.700 metros de superficie expositiva, «lo que constituye una de las mayores inversiones por metro cuadrado en materia de dotación museística de toda España», resaltan en el área de Cultura.

«Paraíso Rupestre» logró en 2008 un espaldarazo importante con la inclusión en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO de cuatro cuevas: Tito Bustillo, El Pindal, Covaciella y Llonín.