Luces (Colunga), B. MORÁN

Los vecinos del pueblo colungués de Luces (Lluces, según la nueva nomenclatura oficial) aseguran sentirse «abandonados por el Ayuntamiento». El enfado de los vecinos recae en las promesas incumplidas por las autoridades municipales con esta localidad, así como los signos de «abandono» que los propios lugareños relatan. Ejemplo: un lavadero de gran valor patrimonial yace abandonado en el barrio de El Cubilón y sin planes municipales para su rehabilitación. Además, hace tres años, el Consistorio prometió una marquesina para la parada del autobús situada en el centro del pueblo de Luces. Nada más han sabido de ella los vecinos. En esta parada, a la que cada dos horas llega el autobús para recoger a viajeros o dejarlos y que está situada en el barrio del Pozu Llobu, los viajeros, en los días lluviosos, van a resguardarse en el garaje de una vecina del barrio.

Maru Granda es la propietaria del citado garaje y asegura que no la molesta que los vecinos se resguarden en su local cuando llueve, aunque considera «tercermundista y muy injusto que no se dote a esta zona de la parada y marquesina de autobús que se nos prometió hace tres años. Es muy necesaria ya que la mayoría de vecinos son personas mayores que no conducen, y utilizan este medio de transporte», lamenta Granda.

Esta vecina de Luces confiesa que en este pueblo muchos vecinos se sienten «totalmente abandonados». Los ejemplos de ese supuesto abandono que denuncian los lugareños son varios. Uno es que hay obras realizadas hace meses y que aún están sin rematar, como es el caso de un proyecto iniciado por el Ayuntamiento para proceder al desatasco de una alcantarilla en el barrio en el que reside Maru Granda y cuya zanja aún no ha sido asfaltada. Dos chapas metálicas cubren esta grieta en un tramo de vía que soporta mucho tráfico ya que conduce al faro local, conocido en toda España por sus continuas apariciones en la serie televisiva «doctor Mateo».

Precisamente otro de los signos de abandono, según los vecinos consultados, es el estado de la carretera que conduce al faro, que forma parte del itinerario turístico que guía a los visitantes por todos los platós de Lastres en los que se rueda la historia. El faro es visitado durante todo el año por miles de turistas. «Por aquí pasan cientos de coches y la carretera presenta un estado penoso, para sufrimiento de visitantes y vecinos», apunta Granda.

El estado del firme es «lamentable», indica Granda, mientras tilda de «chapuza» el rebacheo que hace unas semanas ejecutó el Ayuntamiento. Esta vecina, al igual que los demás, considera que la carretera necesita una reforma integral del firme y no un rebacheo «aprisa y corriendo». Un rastro más que según los vecinos demuestra el «abandono» por parte del Ayuntamiento que denuncian es el estado de las antiguas escuelas, actualmente destinadas a uso del pueblo. Las escuelas tienen los cristales de las ventanas pegados con cinta aislante. «Podría ser un centro social; no se hace nada en este pueblo y es muy injusto. Se hizo todo para Lastres, para la visita de los Príncipes, y aquí, nada de nada», denuncia Granda.