Un Juzgado de Oviedo ha condenado al Ayuntamiento de Llanes a pagar 500.000 euros a una familia por el derribo del chalé que construía en Niembru. Las autoridades locales habían concedido licencia, pero la anulación del planeamiento urbanístico llevó a los tribunales a ordenar el derribo. La familia presentó una reclamación y propuso llegar a un acuerdo, pero los gobernantes de Llanes no dictaron ni una sola resolución que le diera satisfacción. Así, el juez habla de una «absoluta dejación» y condena al Ayuntamiento a pagar medio millón de euros del ala, ochenta y tres millones largos de pesetas del erario, que, de hacerse firmes, saldrán de una subida de impuestos o de otro préstamo bancario. Este ejemplo de desgobierno es, además, muestra clara de que la solución a muchos de los problemas del país pasa por que los políticos sean responsables de sus actos y paguen de su bolsillo sus torpezas, como hace el resto de los ciudadanos. Así mirarían por nuestros cuartos, como es su obligación.