El Hospital Comarcal del Oriente y los trabajadores con contrato indefinido quedarán plenamente integrados en la red sanitaria pública regional el próximo 1 de marzo, tras culminar ayer el Consejo de Gobierno un proceso que comenzó el 12 de marzo de 2010, con la ley para la integración del centro y su plantilla en el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). Resta por resolver el futuro de los trabajadores eventuales del centro, unos treinta, a quienes, de momento, la Administración regional no les reconoce el tiempo trabajado en el Grande Covián en igualdad de condiciones que a los que desarrollaron su trabajo en otros centros. Ésta será la «próxima batalla» del comité de empresa, según indicó ayer su presidente, Juan Ignacio Rodríguez.

El representante de la plantilla destacó la satisfacción de los trabajadores por la integración. Aseguró que esta refundación implicará una «mejora de la calidad» asistencial, dado que hasta ahora el Grande Covián contaba con menos presupuesto (26 millones para este año), menos personal y menos medios que el resto de los hospitales cabecera de área de Asturias. Rodríguez destacó la importancia del respaldo de la plataforma de usuarios, que preside Agustín López-Rivas, a la integración del centro.

La integración supone que el Grande Covián, hasta ahora gestionado por una fundación pública controlada por el Sespa, pasará a manos de este organismo en régimen de gestión directa. En consecuencia, tendrá las mismas condiciones en materia de personal, ratios, medios y presupuesto que el resto de los hospitales asturianos que funcionan como cabeceras de área. Asimismo, la subrogación de la plantilla al Sespa garantiza la estabilidad del personal laboral indefinido del hospital. El acuerdo del Consejo de Gobierno se extiende a la aprobación de las plantillas de personal laboral, de personal estatutario y de personal directivo del hospital. Además, el Consejo de Gobierno aprobó la creación de una gerencia única para la gestión del área sanitaria VI (oriente de Asturias), lo que implica la supresión de la actual gerencia de atención primaria.

La integración del hospital supuso una larga batalla entre la plantilla -respaldada por PP, IU, los sindicatos y la plataforma de usuarios- y el Gobierno de Vicente Álvarez Areces y el PSOE, contrarios a la subrogación de los trabajadores.