Llanes,

Emilio G. CEA

La aparición de una caverna bajo la calle Tomás Gutiérrez Herrero, en el puerto de Llanes, obligará a construir una escollera, según el criterio de varios técnicos. La estructura debería situarse enfrente de la caseta que el Club Marítimo de Llanes tiene en el muelle. La gruta apareció el pasado 28 de febrero mientras varios obreros trabajaban en la instalación del cableado eléctrico. Responsables de Puertos y técnicos de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado de Asturias procedieron ayer, a partir del mediodía, a medir con una máquina perforadora la profundidad que alcanza la cavidad debajo del asfalto de la calle afectada.

La caverna ha hecho que la circulación del tráfico rodado por la zona del puerto permanezca cortada desde el pasado 28 de febrero. El peligro de un posible desprendimiento ha obligado también a acotar este terreno, marcando el suelo con pintura de color verde fluorescente y colocando cintas que impiden el paso a la zona, cuya superficie aproximada es de unos 18 metros de largo por cuatro de ancho.

Pese a la prohibición de circular por este lugar, durante los últimos días se ha retirado en numerosas ocasiones, sin autorización de la Policía Local, la valla con una señal de dirección prohibida que corta el tráfico y muchos vehículos, algunos de ellos camiones de gran tonelaje, han circulado por el lugar.

La peculiaridad de este suceso y el hecho de que la caverna haya aparecido en un lugar muy transitado por paseantes ha atraído hasta el lugar a numerosos curiosos que, por lo general, se marchan decepcionados con lo que ven, pues a simple pista la caverna no es más que un simple agujero que no parece tener mucha profundidad.

No es la primera vez que en los últimos meses sucede algo parecido en esta zona del puerto. Las filtraciones de agua como consecuencia de las obras del puerto deportivo de Llanes provocaron hace tiempo un socavón a escasos metros de la caverna detectada la pasada semana, que también obligaron al corte del tráfico por este mismo lugar, aunque por aquel entonces durante tan solo algunas horas.

La naturaleza calcárea de la costa llanisca hace que proliferen en ella las oquedades subterráneas creadas por carstificación.

Una valla (a la izquierda) impide la circulación de vehículos por la calle afectada, donde ayer se realizaron estudios técnicos (arriba).