Llanes, Ramón DÍAZ

El sector urbanístico vive en Llanes una situación de «estancamiento extremo», de «paralización en términos reales», consecuencia del «derrumbe dramático» del mercado inmobiliario. Así lo reconoce el equipo de Gobierno en el plan económico-financiero 2012-2015, elaborado para paliar el déficit de las cuentas municipales, que acumulan una deuda de 13,45 millones y un remanente de tesorería negativo de 7,42 millones.

Claro que eliminar los números rojos no resultará fácil, ya que los ingresos urbanísticos, principal recurso económico del Ayuntamiento en los últimos años, han caído de forma estrepitosa en el concejo. Un ejemplo: en el año 2007 el Ayuntamiento preveía en sus Presupuestos que ingresaría 9,71 millones de euros por enajenación de inversiones (venta de suelo patrimonial, principalmente de las cesiones de las promotoras urbanísticas), mientras que en el año 2011, pese a que calculó que obtendría «sólo» 1,3 millones, acabó ingresando únicamente 186.144 euros, un 86 por ciento menos de lo previsto y una cifra desconocida en Llanes desde hace 15 años. La denominada «economía del ladrillo», basada en Llanes la construcción masiva de segundas residencias, se ha venido abajo.

Pero la situación será aún peor este año, ya que sin planeamiento urbanístico municipal (los tribunales de justicia han anulado los tres anteriores y el concejo carece de norma propia) el equipo de Gobierno, que encabeza la socialista Dolores Álvarez Campillo, calcula que sólo ingresará 50.000 euros por enajenación de inversiones. Y el año que viene estima que ingresará lo mismo. Sólo en 2014, cuando las autoridades locales confían en tener un Plan General aprobado, los ingresos subirían hasta los 200.000 euros, y hasta los 300.000 en 2015. Unas cifras por completo alejadas de los 9,71 millones presupuestados hace sólo cinco años, cuando el sector urbanístico del municipio vivía un auténtico «boom».

No es este el primer plan económico-financiero elaborado por el Ayuntamiento de Llanes. Hace tres años, por ejemplo, a causa del déficit acumulado, los socialistas se vieron obligadas a diseñar un plan similar. No se cumplió ninguna previsión. Entonces, las autoridades pretendían, para 2011, aminorar los gastos hasta 17,55 millones y aumentar los ingresos hasta 21,87 millones. En realidad, el año pasado se gastaron 18,74 millones (1,19 millones más de lo previsto) y se ingresaron 16,12 millones (5,75 millones menos de lo calculado).

El Ayuntamiento ha remitido el plan económico-financiero de Llanes al Gobierno del Principado (por obligación legal, debido a su déficit) y al Ministerio de Economía y Hacienda (para lograr ayudas con las que pagar la deuda a los acreedores, cifrada en 2,27 millones). El documento es esclarecedor, pues en el se admite lo que hasta ahora han negado en público las autoridades locales, que «existe un gran volumen de viviendas construidas pendientes de vender».

Los dirigentes llaniscos echan la culpa de las más de mil viviendas que no logran venderse en el concejo, por un lado, a «los promotores (que) mantienen la intención de continuar con los mismos márgenes de venta que obtenían en tiempos pasados», cuando «en estos días, en algunos casos la venta habría que realizarla por debajo del precio de coste», según se apunta en la página 39 del plan de saneamiento llanisco. Pero las autoridades ven más culpables: «la gente (que) nota los efectos de la crisis económica, y también juega con las perspectivas futuras, esperando que disminuya a corto plazo el precio de la vivienda», y «las entidades bancarias» por la «restricción de los préstamos» para la adquisición de viviendas.

Todo ello, según los socialistas, ha provocado «un derrumbe dramático del mercado inmobiliario». Consecuencia: «no se estima que exista a corto plazo ningún desarrollo urbanístico que dé lugar a ingresos por aprovechamientos lucrativos o ventas de parcelas urbanizadas». Además, la «contracción del sector urbanístico» ha condicionado «de forma fundamental los ingresos» municipales. Así, «en los últimos años han disminuido radicalmente los ingresos procedentes de la tasa por concesión de licencias de obras, del impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras, de los aprovechamientos lucrativos», indican los dirigentes llaniscos.