Cangas de Onís, Alba SÁNCHEZ R.

La sociedad de pescadores «El Esmerillón» se suma a la reivindicación de los hosteleros del municipio de Cangas de Onís -a tan sólo diez días de la apertura de la campaña del salmón, el próximo día 18- de implantar la compraventa de las capturas. El objetivo es que los restaurantes puedan servir el salmón capturado en El Sella como un atractivo turístico más. Así lo manifestó ayer el presidente de la asociación de pescadores, Antón Caldevilla.

Asimismo, Caldevilla arremetió contra los «cupos personales» de la nueva normativa, ya que según él, esto «sólo perjudica al buen pescador y en nada ayuda a preservar los salmones de los ríos». Como ejemplo destacó que si los 40.000 pescadores que poseen licencias sacaran del río los cuatro permitidos, «estaríamos hablando de 120.000 ejemplares y cada campaña no salen más de unos 400». Por este motivo cree que la normativa sólo perjudica a los buenos pescadores y los ribereños. «Otro tema sería si se hiciera un cupo por río», apostilló.

La intención de los hosteleros de recuperar la compra de los salmones, las truchas o los reos en los meses de temporada es unánime. Consideran que es un «bien cultural y tradicional». Creen que se ganaría a la vez un atractivo turístico más para el municipio, impulsando la economía, al tiempo que se daría al visitante un producto autóctono de gran calidad.

El restaurador José Manuel Mori «El Marqués», del restaurante «El Campanu», y pescador -que no deja de pujar año tras año por los campanus de la zona desde hace más de 14 años cuando abrió su primer restaurante- considera: «No es normal que restrinjan tanto el río y no miren las capturas en el mar». Borja Martínez apostilló: «El visitante debería poder probar el salmón de aquí».