Nueva (Llanes),

P. MARTÍNEZ

Un retraso en el saneamiento del ganado vacuno y menor -cabras y ovejas- hizo que la feria de San Jorge, en la localidad llanisca de Nueva, tuviera ayer grandes ausentes. Si en la edición pasada el evento contó con unas 120 vacas, ayer la representación fue escasa, de apenas media docena de ejemplares, y fue superada con creces por los invitados équidos, que alcanzaron los 35 ejemplares entre caballos y burros.

Jorge Raúl Alonso (que celebró su santo) acudió a la feria con once caballos y ninguna vaca, mientras que el año pasado llevó 62. «No hay vacas porque está retrasado el saneamiento, que tenía que haberse hecho en marzo», explicó el ganadero. El certificado de vacunación dura un año justo y en Nueva iba a hacerse hoy, demasiado tarde para los ocho ganaderos que participaron en la feria y quién sabe si alguno que se quedó en casa. Sin embargo, este retraso asegura la asistencia a la próxima edición, ya que el plazo cubrirá el día de San Jorge de 2013 cuando, según los cálculos de los vecinos, el evento cumplirá 300 años.

La feria comenzó a hacerse a principios del siglo XVIII, siempre vinculada a las fiestas en honor al patrón local, y, con independencia del saneamiento, ha vivido tiempos mejores. Ayer eran muchos los que comentaban en Nueva que, salvo la de Corao (Cangas de Onís) e Infiesto (Piloña), estos eventos han decaído. Alonso añadió, en este sentido, que «para los ganaderos es más fácil vender en casa», porque evitan toda la burocracia que acarrea transportar a los animales.

El alcalde pedáneo de Nueva, Tomás González, pidió que, en próximas ediciones, «se sanee un mes antes, que se coordine y se cumpla de año en año». El representante vecinal apuntó que la feria cuenta con una subvención del Ayuntamiento de Llanes de 2.400 euros, de los que una parte se reparte entre los asistentes y otra va destinada a cuestiones organizativas como el seguro.

Además de la feria, Nueva celebró su fiesta local con una misa en la iglesia de San Jorge y una feria del libro usado el domingo que, según González, salió «muy bien».