Avalle (Parres),

Alba SÁNCHEZ R.

La Reina de los Ángeles volvió a brillar a la una de la tarde de ayer al salir en procesión, como cada 2 de agosto, alrededor de la iglesia parroquial de las localidades parraguesas de Avalle y Degu, para festejar, un año más, su tradicional día grande de las fiestas.

Como es tradición en ambas localidades, dos niños, Mayra Fernández de Diego y Alberto Fernández López, de 9 años de edad, recibieron la comunión aprovechando el día festivo. Los dos estaban muy orgullosos antes de entrar en el templo, de seguir una tradición que se lleva repitiendo al menos durante más de setenta años , según comentaban los mayores del lugar.

Esa paciencia de esperar hasta el mes de agosto para recibir la primera comunión en vez de celebrarla con sus compañeros de colegio ya hace varios meses en la ciudad de Cangas de Onís, se vio recompensada por el día de júbilo no sólo para sus familias sino para todo el pueblo. La misa solemne fue acompañada por el coro de la localidad canguesa de Villanueva y por los gaiteros Emilio Fernández López y Martín Fernández de Diego, hermanos de los dos comulgantes, pertenecientes a la Banda de Gaitas «Ciudad de Cangas de Onís».

El pasacalles llevado a cabo por la agrupación folclórica canguesa «Picos de Europa» durante la mañana anunciaba por todos los rincones del pueblo el inicio del gran día. Primero se celebró la misa solemne, oficiada por el párroco cangués, Luis Sánchez. Luego Jorge de Diego, Carlos Fernández, Juan Luis de Diego y Emilio Fernández portaron la imagen de la Virgen, con el ramu engalanado por los vecinos de la localidad de Avalle y Sonia Labra, Ana López, Yeni de Diego y Covi de Diego, todos familiares de los comulgantes. El ramu sirvió para sacar fondos para la fiesta del próximo año.

La tarde estuvo marcada por los juegos infantiles, que dieron paso a una chorizada popular y a la gran verbena, a cargo de las orquestas «Cuarta Calle» y «Tobogán». Todo finalizó con las tradicionales sopas de ajo ofrecidas por el chigre de Luisa, que se sirvieron a los vecinos y visitantes como colofón de la fiesta.