Llanes, R. DÍAZ / E. G. CEA

Un socorrista de Llanes ha sido sancionado por su empleador, la Cruz Roja, con 18 días de suspensión de empleo y sueldo por haber trasladado a un hombre herido, de unos setenta años de edad, al centro de salud de la capital del concejo. La sanción, por una falta muy grave, destaca que el sancionado se ausentó sin permiso de su puesto de trabajo. El joven, que prefiere mantenerse en el anonimato por temor a «represalias» defiende que actuó «correctamente» y que obedecía órdenes del 112. El socorrista emprenderá hoy mismo acciones legales contra los coordinadores de Cruz Roja que dirigen el servicio local de salvamento.

El suceso ocurrió el pasado 26 de julio, en la playa de El Sablón, cuando un hombre que se adentraba en el agua resbaló, cayó contra una roca y sufrió una fractura triple en una de sus manos. El socorrista ahora sancionado, de 24 años y con plaza fija discontinua en Llanes, lo atendió de inmediato, aunque, a la vista de la gravedad del daño, le requirió para que se acercara al centro de salud de la villa. El hombre desconocía la ubicación del consultorio y estaba sólo en Llanes, así que le pidió al socorrista que lo acompañara. El experto en salvamento llamó al 112 y pidió una ambulancia. No la había, así que le ordenaron que acompañara al herido hasta el centro de salud más próximo. El socorrista manifestó su disconformidad con aquella orden (los servicios de salvamento dependen del 112 y Cruz Roja es sólo una entidad subcontratada) y exigió que se grabara la conversación para que quedara patente su opinión. El socorrista llamó entonces seis veces por el walkie-talkie a sus coordinadores para darles cuenta de la incidencia. No contestaron. Había que actuar de inmediato, así que el socorrista, por el mismo walkie-talkie, llamó a sus compañeros de la lancha de salvamento, para que su compañera de trabajo no se quedara sola en la playa. Los lancheros contestaron a la primera. Estaban en Poo, a a penas un kilómetro de Llanes, y tardaron cinco minutos en llegar a El Sablón. Ya con los otros tres socorristas en la playa, el chaval acompañó al herido al centro de salud, situado a sólo 353 metros de El Sablón. Curiosamente, en el centro de salud le dijeron que no había ambulancias y que si podía él acompañar al herido hasta el Hospital de Arriondas, porque había que hacerle unas placas. El socorrista se negó y acabó llamando al único amigo del herido en la zona que podía llevarle hasta Arriondas, que estaba en ese momento en Ribadesella. Ahí acabó la primera parte de la aventura.

La segunda parte llegó una semana después, cuando al socorrista le abrieron un expediente por falta muy grave. Apeló, pero -el miércoles llegó la sanción: 18 días de suspensión de empleo y sueldo, a contar desde ayer; justo los que faltan para que acabe la temporada. El socorrista ya ha solicitado la grabación del 112 y cuenta con varios testigos de lo ocurrido. Hoy estudiará con su abogado las acciones a emprender.

Una portavoz de Cruz Roja, por su lado, se limitó a señalar que la entidad y el socorrista tienen una relación laboral y que hay «una serie de faltas» abiertas contra él. Añadió que el socorrista está «en su derecho de recurrir» contra las sanciones «si no está de acuerdo con ellas».