Corao (Cangas de Onís),

Alba SÁNCHEZ R.

Calidad, residuo cero y fuera de temporada. Y todo de forma manual. Ésas son las premisas con las que trabajan Pablo Pérez Jambrina y su mujer, Marta Alonso García, para saber que su producto es único y así satisfacer al usuario, que busca cada vez más la calidad en los mercados, esté al precio que esté.

La plantación de fresas de la variedad Portola, realizada en abril en unos 1.200 metros cuadrados en una finca de Corao (Cangas de Onís), está dando frutos. Según cuentan, la calidad es «excelente» y el sabor «insuperable». Esto se consigue con mucha convicción y buscando que el usuario final esté contento con un producto local. La realidad salta a la vista nada más que uno se acerca a la plantación. Los plantones del huerto ecológico están a reventar con el color de las fresas que destaca entre tanto verde del alrededor. Lo más importante y de lo que más orgullosos se sienten es que lo recogen un día y al siguiente ya lo tiene el usuario en la tienda, sin pasar por ningún tipo de cámara frigorífica. Pero también tenían claro desde un principio que el producto debía ser «de Asturias y para Asturias».

De junio a noviembre, todas las semanas se recogen unos 300 kilogramos de fresas por jornada en los días de recogida -lunes y jueves-, así que todos los martes y viernes el usuario puede tener en su mesa un producto fresquísimo y de primera calidad. También son muchos los restaurantes de la comarca oriental que se han hecho eco de este producto y los adquieren para hacer sus recetas, e incluso inventar alguna como es el caso de José Antonio Campoviejo, del restaurante El Corral del Indianu, con una estrella Michelin, que ha elaborado platos tan sugerentes como, «Fresas de Corao, CRU y cocinadas a la pimienta de Jamaica», o la restauradora Noelia Puente de La Casona del Sella, con su plato llamado «Fresas de Corao con jamón y champán rosé».

La temporada de fresas no es larga en la zona, pero el clima suave de los veranos y los otoños en Asturias hace que sea un producto idóneo para tener en las mesas de forma sostenible con el medio ambiente. Además de todo lo anterior, y de las expertas manos y los cuidados de Marta Alonso, el agua de un manantial propio hace que probar el fruto evoque otras épocas.