Cangas de Onís, Alba SÁNCHEZ R.

Cada vez que la asociación de discapacitados psíquicos y paralíticos cerebrales «Emburria», con sede en Cangas de Onís, hace un llamamiento popular, los vecinos se vuelcan para ayudar a que la iniciativa llegue a buen puerto. Hace pocos días el colectivo solicitaba un terreno para hacer un huerto ecológico en el que los usuarios desarrollasen sus habilidades psicomotrices y sociales. Pues ya lo tienen. El vecino Joaquín Redondo se ha ofrecido a ceder un prado para que el proyecto pueda empezar con buen pie.

La asociación, que cuida a casi un centenar de usuarios de todo el Oriente, está bien arropada por unas trescientas personas entre socios y colaboradores. Sin embargo, reclama la continuidad de las subvenciones públicas para seguir desarrollando los proyectos. Con este fin, un centenar de personas entre usuarios, familiares y simpatizantes se concentraron ayer durante diez minutos delante de la emblemática capilla Santa Cruz de la ciudad canguesa. Bajo el lema «No queremos desaparecer», el colectivo se sumó a la convocatoria de la Confederación Española de Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad (FEAPS).

Hace algunos años la asociación pasó dificultades, que hicieron pensar incluso en el cierre de las instalaciones. Sin embargo, en la actualidad se encuentra en una situación «saneada», según su presidente, José Luis Mosquera.

La asociación organiza de lunes a viernes, por las mañanas, talleres ocupacionales de mejora en la autonomía, manejo en general, cocina, movilidad básica, cestería, autogestión (para que los usuarios se sientan responsables de sus propias iniciativas), gimnasio y creación de hábitos para una vida saludable. También se celebran talleres de psicomotricidad, teatro y radio y, como colofón a todo ello, cuentan con un piso de «respiro familiar» del que se benefician seis personas y que desde que se inauguró, en el mes de agosto de 2010, no dejó de tener lista de espera.

La asociación no sólo realiza actividades con los usuarios, sino actos «transversales» con los más jóvenes de municipio colaborando en diferentes proyectos con el colegio público Reconquista, como el concurso que están llevando a cabo en la actualidad, centrado en la búsqueda de un logotipo para el centro de estimulación, recientemente inaugurado. «El centro de estimulación está abierto a todos los niños y permite dar un impulso o favorecer el desarrollo psicomotriz de cualquier niño», resalta Mosquera.