Arriondas (Parres),

Lucas BLANCO

Si existiese un organismo de las Naciones Unidas para los apasionados del belenismo su sede estaría desde ayer en Arriondas. La capital parraguesa expone hasta el próximo día 6 de enero la que posiblemente sea la muestra con mayor número de nacimientos por metro cuadrado, en la que pueden ser vistas 83 representaciones del misterio navideño procedentes de más de una veintena de países.

Una colección única reunida por los feligreses Maruja Toraño y Francisco Rozada en la que hay belenes de todos los tamaños, estilos y materiales que cualquiera se pueda imaginar. «Unos están hechos por mí y otros fueron donados por personas que los adquirieron en diferentes viajes por el mundo», señala una Toraño que aporta decenas de belenes a la muestra realizados con técnicas como el punto de cruz o la utilización de fieltro. «Tomé la idea de las fallas valencianas y la traje aquí», señala la feligresa mientras muestra su belén de fieltro, en el que no falta detalle.

De este modo, en la misma sala pueden encontrarse desde un misterio elaborado con piedra volcánica de Sicilia hasta pequeñas representaciones fabricadas en países africanos como Kenia o El Congo, pasando por otros destinos exóticos como Rusia, Hungría, Egipto, Bolivia o las cataratas de Iguazú.

Sin embargo, si hay que destacar uno de los belenes Rozada no tiene dudas. «El de Filipinas es espectacular», declara el cronista oficial de Parres refiriéndose a un nacimiento compuesto por un San José y una Virgen María de gran tamaño y ataviados con unas vistosas prendas. Un misterio navideño obtenido hace unos años por el propio Rozada y que en los próximos días se expondrá en la propia iglesia parroquia de Arriondas y no en los locales anexos como el resto de las piezas.

No obstante, el cronista asegura que no son las únicas piezas de gran valor sentimental, pues hay otras colocadas en la exposición que le traen gratos recuerdos. «No puede faltar el belén que se colocaba en la iglesia cuando yo apenas tenía ocho años», apunta Rozada en referencia al nacimiento que adquirió la parroquia en los años cincuenta y que aún hoy sigue llamando la atención de los niños que asisten a la catequesis. «Está compuesto por figuras de Olot que llegaron a costar cada una 205 pesetas de la época», explica el feligrés, quien admite que fue al ver estas figuras cuando surgió su pasión por el belenismo.

Una pasión que sigue teniendo arraigo entre los jóvenes locales que ayer ya fueron visitando la exposición por grupos. «Esta selección de belenes es idónea para hacerles la catequesis más fácil», cuenta la catequista Hortensia Muñoz acerca de los apartados bíblicos situados en carteles junto a cada uno de los belenes.

Esta opinión es compartida también por Azucena Pandavenes, que aboga por seguir con estas iniciativas para no perder las tradiciones. «Es una de las cosas más bonitas de la Navidad y sería una pena que se fuera perdiendo», señala.

Por estos motivos, los organizadores hacen un llamamiento para que todos los amantes de belenes se pasen por la muestra de aquí al próximo Día de Reyes. Con el objetivo de facilitar las visitas, la exposición estará abierta al público todos los días laborables entre las cinco y las siete de la tarde, mientras que los días festivos el horario será de doce a dos del mediodía y en vísperas de festivos las puertas del local parroquial estarán abiertas entre las seis y las ocho de la tarde.