Naves de Llanes,

Ramón DÍAZ

La iglesia de San Antolín de Bedón sigue en el limbo. El anuncio del Gobierno central, en agosto de 2011, de que iba a investigar de nuevo (ya se había hecho hace una década) la titularidad del templo llanisco, fue poco más que un brindis al sol. Porque, en realidad, la investigación comenzó el pasado mes de diciembre, un año y medio después de lo prometido. Ahora, la plataforma vecinal de Naves de Llanes que defiende la protección del monumento, encabezada por María de la Vega, ha recibido una carta del Instituto del Patrimonio Cultural de España, del Ministerio de Cultura, de la que se desprende que no se ha avanzado ni un ápice, que la Administración sigue desconociendo la titularidad de un elemento patrimonial de primer orden que fue declarado monumento nacional el 3 de junio de 1931, que aparece en la relación de bienes de interés cultural del Principado y que en la actualidad presenta un estado de absoluto abandono.

La misiva de Patrimonio Cultural señala exactamente lo mismo que decían las autoridades estatales hace 18 meses: que «para proceder a la conservación de la iglesia llanisca, en primer lugar, es necesario determinar su titularidad para establecer a quién corresponde el deber de conservación que marca la ley del Patrimonio Histórico Español». El Ministerio de Cultura añade que al no haber constancia de que el bien, ubicado dentro una finca privada, figure como propiedad estatal en la base de datos del Ministerio de Hacienda, recabó en su día, durante la etapa socialista, información del Ayuntamiento de Llanes y a través de la Delegación del Gobierno en Asturias. Aunque el entonces delegado del Gobierno en Asturias, el socialista Antonio Trevín, aseguró el 11 de agosto de 2011 que se investigaría la titularidad de la iglesia, no fue hasta el pasado 17 de diciembre cuando Hacienda hizo público el inicio del expediente de investigación.

«Así pues, el órgano estatal competente en materia de titularidades está trabajando por dirimir cualquier duda jurídica sobre la propiedad del bien cultural», señala Patrimonio Cultural. Y añade: «Una vez quede aclarado este aspecto, se podrán definir debidamente las competencias de su deber de conservación y actuar en consecuencia».

Curiosamente, hace una década el Gobierno central ejecutó obras de rehabilitación en la iglesia del antiguo monasterio, construida en el siglo XIII. Unos trabajos que motivaron durísimas críticas por parte de numerosos expertos en arte e historia, así como de los cronistas oficiales asturianos. Aquellas obras se realizaron sin que estuviera determinada de manera oficial la titularidad del edificio.

Pero es que, además, los datos que figuran en el Registro de la Propiedad no dejan lugar a dudas: señalan que la propiedad de la iglesia corresponde al Estado. LA NUEVA ESPAÑA desveló el 8 de diciembre de 2011 que el documento de compraventa de la finca del monasterio de San Antolín de Bedón, realizada en 1870, señala claramente que la titularidad del templo corresponde al Estado.

El documento señala que José Pesquera García, antepasado de los actuales dueños de la finca de San Antolín, adquirió la «casería nominada de San Antolín de Bedón, (...) donde existe un templo y vestigios de un antiguo monasterio, (...) sin más propiedad ajena que la mencionada iglesia que corresponde al Estado como exceptuada de la venta». La finca de San Antolín de Bedón figura inscrita aún a nombre de José Pesquera en el Registro de la Propiedad de Llanes. Sus descendientes son los actuales propietarios de toda la casería, excepto de la iglesia. La propiedad fue anteriormente de la Iglesia.

La finca fue desamortizada por el Estado en 1823, durante el Trienio Liberal. Se subastó toda la finca de San Antolín, incluida la iglesia del monasterio. Pero, a diferencia del resto de la propiedad, el templo no fue vendido. La razón no está clara: podría haber sido que la subasta quedara desierta, o que fuera retirada a última hora de la puja. El caso es que en todos los documentos posteriores sobre San Antolín de Bedón queda claro que la iglesia está al margen del resto de la propiedad y es de titularidad estatal. Varios de esos documentos fueron reproducidos en el anuario «Bedoniana», asociado a las fiestas de San Antolín de Naves y editado por el profesor Juan Carlos Villaverde.