Cangas de Onís, R. DÍAZ

Once grupos ecologistas y animalistas españoles denunciaron ayer el «descontrol» existente en el parque nacional de los Picos de Europa en torno al lobo. Estos colectivos han destacado la «completa ignorancia» de las autoridades del espacio protegido sobre lo que ocurre con los supuestos grupos familiares de lobos que residen en los Picos de Europa. Como ejemplo, los ecologistas pusieron la reciente muerte por disparos de una loba objeto de estudio científico en el Parque.

Los conservacionistas contrapusieron las respuestas del Parque y del Gobierno de Castilla y León sobre la muerte de esa loba, que portaba un collar de seguimiento por satélite. El animal fue abatido fuera del Parque, por lo que las autoridades del espacio protegido reconocieron que no tienen «dato ni informe alguno, resolución o documentación relativa a dicho abatimiento, al no ser competente en el territorio donde ocurrieron los hechos».

El Gobierno de Castilla y León, declaró por su lado que a la loba no se le veía el collar y que, además, no tenía signo identificativos que la individualizara, añadiendo que no se podía «afirmar con rotundidad a cuál de las manadas que campean por esa zona pertenecía». Los ecologistas denunciaron asimismo que en Amieva y Onís, efectivos del Gobierno del Principado se apostan estos días en los límites del Parque, a la espera de que alguno de los ejemplares de los grupos familiares contabilizados en el interior del espacio protegido, cuyo abatimiento no puede realizarse en dentro por mandato judicial, «salgan de los límites y puedan ser abatidos a disparos por los guardas del Principado, sin que tampoco entonces pueda entonces responder la Dirección del Parque, que se escuda en no ser la actuación de su competencia».

Según los ecologistas, «estas actuaciones de las comunidades autónomas, de cuya ejecución y resultados el Parque se halla en una completa ignorancia, desvirtúa de forma perniciosa la previsión oficial sobre la población de lobos, y dado que las actuaciones suponen la eliminación de ejemplares contabilizados en el interior del parque nacional, se infiere que la población real es mucho menor que la que se declara y cree conocer». Además, probarían que cuando la Dirección del Parque autorizó hace unos meses muerte de seis lobos «se basó en un dato falso sobre la población». Y añaden que lo mismo cabe decir sobre otras especies de animales silvestres del Parque.