Nocéu (Ribadesella),

P. MARTÍNEZ

Es un árbol muy longevo, que empieza a producir enseguida, no requiere tratamientos para estar sano y su fruto, la naranja, está muy pegado a la rama y aguanta la fuerza del viento mejor que la manzana. José Manuel Rosete es un agricultor jubilado y propone que el municipio de Ribadesella aproveche su condición de «zona privilegiada» para producir cítricos, un cultivo que «puede ser rentable». Para producirlos hacen falta «fincas protegidas del norte y que estén de cara al sol», describe Rosete antes de añadir que en Ribadesella «hay muchas que se prestarían muy bien para el cultivo del naranjo». El limón, por su parte, «es un poco más delicado, lo fastidia más la helada y el granizo», explica, aunque también es viable en la zona.

No en vano, el puerto riosellano fue, en periodos anteriores al siglo XVIII, vía de salida de los cítricos que se cultivaban en la zona como en toda la costa asturiana por su clima benigno. Después el Levante se hizo casi con el monopolio de los cítricos y en Asturias se desarrollaron las plantaciones de manzanos.

Pero son compatibles y complementos a la renta económica, tan maltrecha en estos tiempos. Rosete calcula que, aproximadamente, «un árbol puede dar unos 125 kilos a la temporada» y recuerda que su madre sí obtenía dinero de la cosecha, que tenía «buena aceptación». Cuanto más viejo es, mejor fruta da el naranjo y, a mayor producción, mejores posibilidades de vender la mercancía. La técnica de «enmorgonar» -pelar la corteza y poner un emplaste de musgo mojado envuelto en plástico durante un año antes de cortarlo- permite obtener nuevos árboles de los ya crecidos.

Rosete calcula que, «si partieras de una plantación de diez árboles, en pocos años podrías tener gran cantidad sin costarte nada». Además de la cosecha hace falta «un canal de comercialización» y el agricultor de Nocéu cree que no sería tan difícil un acuerdo «entre los productores riosellanos y una tienda de la villa para que pudieran vender productos locales. Se eliminan los intermediarios y es una cosa buena para todos», añade.