Un camino de varios años condicionado por las continuas disputas políticas y localistas

El camino hasta el reconocimiento por Bruselas de la IGP del queso de los Beyos no ha sido sencillo, pues durante los últimos cuatro años se han sucedido las disputas entre el concejo de Ponga y los de Amieva y Oseja de Sajambre respecto al tipo de distinción a la que debía aspirar el producto. El Consistorio pongueto, a pesar de participar en la demanda conjunta de la IGP, se mostró en los últimos años partidario de aspirar a la Denominación de Origen Productivo (DOP), pues esto obligaría a utilizar leche autóctona para elaborar el producto y terminaría con lo que denunciaron como «un fraude de los queseros de Amieva y Oseja», por usar leche comprada en otros puntos de Asturias. Estas acusaciones causaron indignación en los otros dos municipios, que, curiosamente, son los que albergan las únicas tres queserías de los Beyos que actualmente se mantienen en funcionamiento. Respondieron recordando que la mayoría de los quesos vendidos en el certamen de San Juan de Beleño de diciembre, al que aseguran que no fueron invitados los productores de Amieva, fue comprada en las queserías de estos.