Un grupo de vecinos y veraneantes de la localidad de Naves, en el concejo de Llanes, ha solicitado la inclusión de la iglesia del monasterio de San Antolín de Bedón en la denominada «Lista Roja del Patrimonio», impulsada por el grupo «Hispania Nostra» para denunciar aquellos bienes patrimoniales que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.

La petición fue cursada por la joven naviza María de la Vega, cabeza visible del grupo «Amigos de la iglesia de San Antolín de Bedón». Un colectivo que ya prepara otra movilización en defensa del monumento, construido a finales del siglo XII y en estado de absoluto abandono: una «quedada» junto a la iglesia para reclamar a las autoridades atención hacia la iglesia.

En el escrito remitido a Hispania Nostra, los vecinos y veraneantes de Naves señalaron el lamentable estado de la iglesia, pese a que tiene la catalogación de monumento nacional desde 1931 y de bien de interés cultural desde hace casi treinta años.

El grupo «Amigos de la iglesia de San Antolín de Bedón» había reunido previamente 1.161 firmas en defensa del monumento y contra la «expoliación que viene sufriendo de modo sistemático» desde hace años. Según los vecinos, el monumento, al tener la catalogación de bien de interés cultural, debería de recibir «la máxima protección por parte de la Administración».

«Sin embargo, (el templo) ofrece un aspecto de absoluto abandono y creciente deterioro», añadían los vecinos y veraneantes de Naves en el escrito que acompaña a las firmas recogidas, para finalizar solicitando a las autoridades asturianas «su pronta intervención, con el fin de asegurar su recuperación y mantenimiento, tanto del edificio como de su entorno».

María de la Vega comentó ayer que la situación en nada ha cambiado en los últimos meses; si acaso, a peor, dado que el edificio se deteriora día a día, más aún en unos meses tan lluviosos como los pasados. Aunque la Administración borró algunas de las pintadas aparecidas en los edificios que conforman la propiedad, han aparecido otras.

Mientras, las autoridades no han concluido un estudio sobre la propiedad del monasterio, iniciado hace meses. Se da la circunstancia de que la iglesia es pública, pero se enclava dentro de una propiedad privada. El templo no fue adquirido por el antepasado de los actuales propietarios, tal y como señala la escritura de compraventa que figura en el Registro de la Propiedad de Llanes. El documento, de 1870, señala claramente que la propiedad de la iglesia «corresponde al Estado».

La «Lista Roja del Patrimonio» incluye a varios monumentos asturianos en peligro, como el Torreón de Lludeña, en Piloña; la Torre de los Soto o de la Jura, en Sotu Cangues (Cangas de Onís); la iglesia de San Cipriano, en Infiesto; o el palacio de Francisco Sánchez de Caso, en Cerébanes, en Peñamellera Baja. Se mantienen aún en el listado de monumentos en peligro el palacio Duque de Estrada, en Llanes, que está siendo objeto de obras de rehabilitación por parte de la empresa propietaria; y la iglesia de San Salvador de Moro, en Nocéu (Ribadesella), rehabilitada el año pasado gracias a los vecinos. Estos dos monumentos pasarán en breve al apartado que Hispania Nostra reserva para los edificios restaurados o en fase de restauración.