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Una polémica que no acaba

La captura de lobos vivos enfrenta a los ecologistas con los rectores del Parque

Los dirigentes del espacio protegido defienden que el radiomarcaje permitirá conocer mejor la "compatibilidad" del cánido con las "actividades pastoriles"

La captura de lobos vivos para su radiomarcaje en el parque nacional de los Picos de Europa ha generado un nuevo enfrentamiento entre los grupos ecologistas y los rectores del espacio protegido. La representante conservacionista en el patronato del parque, Laura López Varona, pidió hace unas semanas explicaciones sobre la captura de lobos vivos, a la vez que mostraba su rechazo a este tipo de actuaciones, al considerar que el principal objetivo no es el estudio de la especie sino tener controlados a los animales a la hora de realizar controles de población. La Administración, que intenta en la actualidad capturar lobos vivos para colocarles GPS, respondía ayer, rechazando las críticas de la animalista y defendiendo estas actuaciones como la mejor manera de conseguir un mayor conocimiento sobre la especie.

Laura López Varona señaló a los dirigentes del parque nacional que la captura en vivo de lobos en el interior del espacio protegido está prohibida por la ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, salvo que esa acción sea "necesaria por razón de investigación", que no haya "otra solución alternativa satisfactoria" y que no perjudique la "conservación de la especie". La animalista subrayó que la legislación española deja bien claro que la excepción a este tipo de prohibiciones implica una larga lista de exigencias; entre ellas, una resolución administrativa que exponga las razones por las que se aprueba, que sea pública y que especifique y justifique la acción. Además, una directiva europea incluye asimismo un exhaustivo listado de exigencias, como "las circunstancias de tiempo y lugar" en que se concede ese tipo de excepciones, "las medidas de control aplicadas y los resultados obtenidos". Más: "se ha constatado que la captura en vivo de animales ha supuesto situaciones de estrés padecido por los animales silvestres con sus consecuencias negativas para su integridad y salud", e incluso se han dado casos de "muerte de animales capturados", expresó López Varona.

Añadió que la muerte a tiros de dos lobos capturados en vivo en el parque nacional y radiomarcados (un macho, "Marley", el 21 de agosto de 2012 y una hembra el 7 de enero de este año) ha venido a demostrar "la ineficacia del estudio de seguimiento por satélite" y "la falta de correspondencia entre su elevado coste económico para el erario púbico y la escasez de resultados científicos de interés para la conservación de la especie".

La respuesta del parque nacional llegaba ayer mismo. El director, Agustín Santori, indicó a la representante ecologista que la captura de lobos vivos no requiere una evaluación de impacto ambiental, porque no constituye ningún "plan, programa o proyecto con reflejo físico sobre el territorio". Y que esta actividad está "directamente relacionada con la gestión" del parque nacional y es "necesaria" para la misma, porque permitirá "un mejor conocimiento etológico de la actividad trófica y del carácter dispersivo de la población de lobo" en el espacio protegido.

Asimismo, según Santori, la captura, radiomarcaje y suelta de lobos permitirá conocer mejor la "compatibilidad" de la "conservación" del lobo con "el desarrollo de las actividades pastoriles" en el parque nacional. Añadió que la captura en vivo de ejemplares de lobo fue informada favorablemente por el patronato del parque el 29 de julio pasado, y autorizada por la comisión de gestión el 10 de septiembre.

El director del parque nacional subrayó, además, que la captura de lobos vivos cuenta con el respaldo explícito de las direcciones generales competentes en la materia de Asturias y Cantabria, así como de informes favorables de los servicios de Medio Natural y Conservación de la Naturaleza de ambas comunidades autónomas. En la respuesta del parque a los ecologistas se desvela que la captura de lobos vivos ha sido adjudicada a una empresa privada por 16.800 euros. Fue por lo tanto un contrato menor, que se formalizó en el propio documento de remisión de la autorización, el 14 de octubre pasado.

La vigencia de la autorización para capturar lobos vivos en el parque nacional se extenderá hasta el 30 de septiembre de 2014. No obstante, en una de las 16 condiciones adicionales de la autorización se indica que la actividad se realizará "preferentemente en la época que no afecte a la reproducción de la especie. Se suspenderá, por tanto, en el período de partos y lactancia (del 15 de mayo al 31 de julio), si bien por razones de fenología éstas podrán ser modificadas".

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