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Les Fuentes, la paradoja del agua

La localidad, próxima al Sella y con dos manantiales, necesita renovar la captación y la traída del agua, según los vecinos

Por la derecha, Julia Temprana, Teté Temprana, Daniel Celorio, José Luis Gutiérrez, Bill Aubrey y Manolo Alonso. p. m.

Están rodeados de agua pero necesitan renovar la captación y la traída de la que les llega a casa. En la localidad parraguesa de Les Fuentes tienen "dos manantiales muy buenos", como describen los vecinos, aunque la mayor parte del pueblo no los emplea en sus casas "porque es agua de mucha caliza, que para cocinar y lavar la ropa no es buena". Así se explica Daniel Celorio, riosellano casado en Parres, antes de poner nombre a esas dos fuentes, La Mosñera y La Rondina, con caudales muy abundantes.

Sólo el barrio de La Rondina toma el agua del manantial que lleva su mismo nombre, mientras que al resto -Cayarga, Peñallana, Mesariegos, La Calzada, El Cuetu y El Befar- les llega de Picu Moru. "Es agua buena, pero la captación y la traída tienen que renovarse", apunta Celorio, pues tienen ochenta años y "van haciéndose trampas para ir tirando, pero están viejas". Por Les Fuentes baja, además, una riega que pasa por delante de la iglesia, construida en 1973 y que desde entonces sustituye al templo que había en Cayarga. Y si de agua se trata, el pueblo se enclava en la ribera del Sella, donde se bañan en pozos como el Pozu l'Arcu y del que algunos vivieron, pues tanto el abuelo como el padre de José Luis Gutiérrez Feliz se dedicaron a cruzar a los vecinos en barca. El de Fuentes era el único paso entre los de Arriondas y Toraño y se usaba para cruzar al otro lado del río, a la altura de Triongu.

A Gutiérrez Feliz le tocó llevar la barca y rememora que "costaba una peseta", aunque había viajeros que pagaban en especias como el maíz. En 1970 se hizo el puente sobre el río y el negocio del transporte se acabó, pero unos siete años antes, en 1963, el parragués comenzó a trabajar en el arenero de El Befar, donde se jubiló.

La cantera sigue activa en la actualidad, aunque sólo emplea a dos personas, de las cinco que llegó a tener. El bajón de la construcción ha menguado el movimiento, pero los vecinos aún tienen reciente la época en que las casas temblaban cada poco a consecuencia de las voladuras en la explotación. Más que por su dedicación profesional, a José Luis Gutiérrez Feliz se le conoce por ser un excelente piragüista y pescador de salmones. Si con el primer deporte ganó el Sella en 1968, con el segundo sacó el "campanu" de los años 1976 y 1984, y además lo sigue practicando. El pozu La Coveña y el pozu Los Llaos son, junto al ya mencionado Pozu l'Arcu, algunas de las zonas salmoneras más cercanas a Les Fuentes.

En esta época del año es la pesca del salmón la que da algo de trajín al pueblo, que tiene unos 21 vecinos de todo el año y recibe a un gran número de turistas y veraneantes en vacaciones. Muchos ocupan alguna de las cinco casas rurales que hay en el pueblo, tres íntegras y dos que se alquilan por habitaciones. Una de ellas es la de Bill Aubrey y su esposa Sara, una pareja de ingleses que se establecieron en Les Fuentes en 2005 para adquirir dos viviendas: en una viven y la otra la han dedicado al turismo. Junto a ellos y a los lugareños vive otra familia de rumanos que hacen de la parraguesa una comunidad internacional. Además del turismo, los dos bares que había en Les Fuentes cerraron sus puertas y del sector agroganadero queda un único representante, desempleado del sector de la construcción que cogió las riendas de una explotación a punto de cesar por jubilación, la de Manolo Alonso.

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