Siete municipios asturianos han decidido unir fuerzas para rescatar del olvido la Ruta Jacobea por el interior de la región. Ayer, en Arriondas, representantes de los ayuntamientos de Oviedo, Pola de Siero, Noreña, Parres, Nava y Cangas de Onís dieron un paso más para conseguir ese objetivo. Las autoridades de Piloña, que ayer excusaron su asistencia, también respaldan la iniciativa. La idea es revalorizar el camino a Santiago de Compostela por el interior del centro-oriente de la región y, en los próximos meses, presentar ante la Consejería de Cultura esa ruta, mucho menos conocida que la costera, pero de cuya existencia también existen documentos y testimonios.

Algunos de los ayuntamientos implicados en esta tarea llevan años trabajando sobre ella. Hubo reuniones en pasados meses en Nava y Cangas de Onís. Y ayer en Arriondas quedó convocada otra más para el día 3 de octubre, en Infiesto, a la cual serán convocados los alcaldes, los cronistas de las localidades afectadas, estudiosos, el abad de Covadonga, Juan José Tuñón Escalada, y representantes del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), entre otras personalidades.

Uno de los primeros pasos será "bautizar" esta ruta. Los alcaldes implicados se han mostrado muy interesados en poner en marcha el proyecto cuanto antes y en dejar bien delimitada la ruta y sus conexiones entre los concejos implicados, porque después de que sea oficialmente reconocida se derivarán de este hecho variadas consecuencias en los ámbitos turístico, de señalización, urbanístico y de protección cultural, entre otras.

En el concejo de Parres el Camino a Santiago coincide con el que sigue llamándose "Camín de la Reina" , que fue acondicionado sobre una antigua calzada romana para la visita de Isabel II a Covadonga, en el año 1858.

El cronista oficial de Parres, Francisco Rozada, aportó durante la reunión un escrito sobre la Ruta Jacobea por el interior del centro-oriente asturiano, en el que se indica que en 1949 el profesor Uría Ríu -en un minucioso trabajo sobre las peregrinaciones a Santiago- trazó el camino costero que recorría la cornisa cantábrica a su paso por Asturias y "ya dejó constancia de que esta ruta, bien documentada desde la Edad Media, incluía dos variantes, una estrictamente ribereña y otra por la depresión prelitoral hasta Oviedo", en la que los concejos de Parres, Cangas de Onís, Piloña y Nava, hasta Pola de Siero "conformarían un eje vertebrador y -al mismo tiempo- generador de unidades de población, actividades económicas y fenómenos sociales, culturales y religiosos muy característicos".