Las carreras de montaña se están convirtiendo en "un problema" en el parque nacional de los Picos de Europa, principalmente, "por su proliferación", según indicó ayer en Cangas de Onís Agustín Santori, codirector del espacio protegido, durante su intervención como ponente en un curso de verano organizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Santori destacó que la actual "moda" de las carreras de montana "se está disparando", lo que hace que las autoridades de los Picos reciban múltiples peticiones para celebrar pruebas de este tipo por todo el macizo protegido. En la actualidad se celebran cada año "ocho o nueve carreras de montaña en el interior del parque nacional", destacó Santori, quien indicó que, no obstante, las autoridades limitan el número de participantes e imponen otras condiciones para minimizar los impactos sobre el medio ambiente. Es, según destacó, un "problema común" con otras zonas protegidas y hay parques nacionales que "prohiben la celebración de este tipo de pruebas", añadió.

Santori habló en la Casa de Cultura de Cangas sobre "Historia, uso y gestión del parque nacional de los Picos de Europa". Fue el segundo ponente, tras Antonio Fernández, profesor de Geografía Física de la UNED y director del curso de verano, titulado "Los Picos de Europa, paisajes de mar y montaña". El codirector del parque nacional por Cantabria repasó las singularidades de los Picos de Europa y la influencia que estas tienen en la organización del uso público.

Recordó, por ejemplo, el enorme impacto que supuso la retransmisión televisiva en los primeros ochenta de la etapa de la Vuelta Ciclista a España con final en los Lagos, dentro del parque nacional. Aquellas imágenes provocaron que se triplicara aquel mismo año el número de visitantes al parque nacional. Santori reveló que los dirigentes del parque nacional de aquella época prohibieron en un primer momento la competición ciclista, al considerar que generaba un grave impacto en el espacio protegido. Aquella decisión generó un fuerte malestar entre los vecinos y los aficionados, que unido a "otras presiones" -en clara referencia a las del ámbito político- obligaron a los dirigentes del parque nacional a dar "marcha atrás" y a permitir la celebración de la prueba ciclista. Pero fue una rendición con condiciones: "Nos la hemos tenido que tragar, pero con una serie de medidas que han hecho que el impacto sea el menor posible", señaló Santori. ¿Qué medidas? Por ejemplo, la prohibición de que acceda al parque la caravana publicitaria, el corte de la carretera un día antes de la prueba, el establecimiento de una zona concreta de acampada o la restricción de los permisos de vuelo de helicópteros a un único aparato, el que graba las imágenes televisivas, detalló Santori.

El codirector cántabro del parque desveló que el 80 por ciento de los visitantes son "generalistas". Esas personas tienen una baja sensibilidad ambiental, pero apenas si se separan unas decenas de metros de sus coches, se limitan a tomar unas fotografías y apenas generan impacto ambiental, pues es raro que se aparten de las sendas señalizadas.

Otro 15 por ciento de los visitantes tienen una alta sensibilidad ambiental, realizan rutas de senderismo y se adentran más que los generalistas en el parque nacional. También exigen más servicios y suelen ser más críticos. El 5 por ciento restante se corresponde con los deportistas de montaña, que realizan travesías, esquí o escalada y cuya sensibilidad ambiental "es muy variable", indicó Santori, quien reveló que el 89 porm ciento de los visitantes son españoles y el 11 por ciento restante procede del extranjero

La elevada estacionalización de las visitas -la inmensa mayoría se registra en Semana Santa, el verano y los puentes festivos- es también otra fuente de problemas, sobre todo por la necesidad de darle la justa dimensión a las infraestructuras ideadas para los visitantes. También el hecho de que la inmensa mayoría de las visitas se concentre en tres puntos, Fuente Dé, la senda del Cares y los Lagos, genera "impactos localizados muy altos", pero también "previsibles". Santori destacó que existen 400 kilómetros de rutas señalizadas en el parque.