Era una "espina clavada" y ayer consiguieron sacarla. El nombramiento de Nacho Manzano y de José Antonio Campoviejo como hijos adoptivo y predilecto del concejo de Parres, respectivamente, saldó lo que muchos consideraban una deuda pendiente con ambos cocineros, portadores de tres estrellas Michelín: Campoviejo con una, en El Corral del Indianu, y Manzano con dos, en Casa Marcial. Ambos han puesto al municipio en el mapa de la excelencia gastronómica.

El acto de entrega de los diplomas que les acreditan dentro de la historia de Parres se celebró en el salón de actos del Ayuntamiento y estuvo dominado por una palabra: "gracias". La gratitud mandó tanto en los discursos de los representantes locales como en los dos cocineros, visiblemente emocionados.

La "proyección internacional" que han dado a su cocina, la promoción y difusión que han hecho del concejo y de los productos locales y la disposición a colaborar" con todo cuanto Parres les ha pedido les hicieron merecedores de la mayor distinción local que existe, la primera que la Corporación concede en su historia.

Por todo ello, tanto el alcalde del concejo, Marcos Gutiérrez, como el concejal de Cultura, Emilio Longo, mostraron su agradecimiento a los cocineros.

José Antonio Campoviejo nació en Cangas de Onís, pero lleva casi dos décadas viviendo y trabajando en Arriondas. Ayer aseguró sentirse como "el hombre más feliz del mundo" con el nombramiento y emocionó con un discurso repleto de gratitud hacia el pueblo parragués, del que se siente parte. El chef cangués explicó que siempre ha cocinado "con la libertad de no buscar nada más" que su felicidad y la de los comensales, y ese mismo corazón fue el que puso al recibir el título de hijo adoptivo del concejo. Nacho Manzano, por su parte, destacó lo mucho que determina "el lugar donde naces" y rememoró el sueño juvenil de montar un restaurante en La Salgar, donde su familia ya regentaba un chigre de renombre en el concejo. "Allí donde voy a cocinar siempre llevo conmigo Arriondas y Asturias, con mucho orgullo", apuntó.

Ambos cocineros hicieron un alegato del consumo de productos locales, uno de los motivos que justifican su distinción. Tanto es así que Campoviejo describió el concejo como una "despensa gigante repleta de materias primas" con las que elabora platos como las "angulas con arbeyinos", del que se ha llegado a decir que sería "plato nacional" de Parres si el concejo fuera un país.

El cronista oficial de Parres, Francisco Rozada, alabó las "virtudes objetivas de honradez, laboriosidad, esfuerzo, disposición y entusiasmo" que tanto Manzano como Campoviejo ponen en su trabajo y que son, añadió, "el compendio y razón" del éxito de estos dos cocineros en el mundo de los fogones. Rozada les dio, además, un sabio consejo: "sólo mantendréis vuestros negocios de hostelería en la cúspide del éxito si seguís cultivando la minuciosidad y el perfeccionismo".

El acto se cerró con el anuncio del monumento diseñado por el artista local Agustín Aramburu y financiado por la hostelería de Arriondas que se ha instalado en la rotonda frente al Hospital del Oriente, y con un reto lanzado por el regidor: "que den el nombre del concejo de Parres a una de sus creaciones".