Utilizar zapatos adecuados, buena hidratación y aplicar esmaltes de uñas de calidad son algunos consejos que da el podólogo Alejandro Menéndez Fernández, con clínica en Infiesto.
-¿Es el verano la época en la que más se cuidan los pies?
-Se arreglan más porque los enseñamos, se ven más. Hay muchos problemas como los callos que al usar calzado más abierto y flexible, mejoran. Al igual ocurre con los hongos, bacterias y candidiasis, que mejoran al llevar los pies al aire y secos.
-¿Qué tipo de afecciones son más habituales en estos meses?
-Vemos más traumatismos y golpes al llevar los pies al aire. También cortes, pinchazos...
-¿Son aconsejables las sandalias o los pies están más protegidos con zapatos cerrados?
-Las sandalias son buenas siempre y cuando sujeten el pie por la zona delantera, posterior y lateral. Por ejemplo, las que son tipo babucha o de dedo, al ser abiertas por atrás, acabas provocando que desarrolles dedos de garra al hacer más fuerza con ellos para que no se escape la sandalia. También ocurre con algunas zapatillas de estar en casa.
-¿Y los tacones?, ¿son tan malos como los pintan?
-Una mujer debería llevar un tacón medio, de unos 3 o 4 centímetros. Si es un calzado plano, te inclinas hacia atrás, aunque aparentemente no se aprecia. Cuando se superan los 4 centímetros de tacón, los síntomas son más evidentes. Al llevar la rodilla y cadera fuera de sitio se desgastan más. De ahí que más del doble de los pacientes que se operan para colocar una prótesis de cadera y rodilla sean mujeres.
-¿Son los pies la parte del cuerpo más olvidada o se cuidan más de lo que se cree?
-Vamos mejorando en los hábitos, pero todavía queda. La hidratación es fundamental y se evitarían problemas de durezas, callos, uñas... Muchos pacientes reconocen que se echan crema hasta el tobillo y no siguen. También es recomendable cuando estamos muy cansados y con los pies hinchados, con problemas de retención de líquidos o retorno venoso tomar baños de contraste: meter los pies durante un minuto aproximadamente en el agua tan fría como podamos aguantar y otro minuto con agua tan caliente como soportemos, alternando hasta acabar siempre con frío.
-¿Grandes errores a la hora de elegir el calzado?
-No llevamos un calzado adecuado a nuestro pie. No respetamos nuestra horma del pie y el que no tengamos dolor no significa que sea un calzado adecuado. Pero los efectos y deformaciones por esta causa no se ven hasta que pasan entre cinco y diez años.
-¿Qué hay que tener en cuenta al comprar zapatos?
-Que no todos tenemos el pie igual. Hay que fijarse qué dedo es el que tenemos más largo y medir el calzado por ése. Además, tenemos distinta cantidad de grasa plantal, que con los años, el organismo la reabsorbe, lo que provoca que a las personas mayores les dé más problemas de presión. Cuanta más grasa tenemos, menos amortiguación necesitamos.
-¿Es aconsejable llevar siempre calcetines?
-Lo ideal es llevar calcetín siempre porque ayuda a mantener la humedad que necesita la dermis y también tiene efecto de segunda piel y evita roces, ampollas... Pero tendemos a ponerlos menos cuando hace calor.
-¿Es malo pintar las uñas?
-Es muy importante usar un buen esmalte y marcas de reconocido prestigio, que tengan detrás un estudio dermatológico que los esmaltes baratos no tienen y que son como pintura. La uña necesita respirar y que le dé la luz para que no se queme la lámina superficial, que puede provocar el contagio de hongos y bacterias. Además, la uña también se hidrata.
-¿Cuáles son los problemas más habituales que atiende en su consulta?
-Además de las muchas patologías que vemos, la visita más común al podólogo es para cortes de uñas por falta de conocimiento o porque hayamos ocasionando algún daño y en los casos de las personas mayores porque no ven bien o porque no flexionan lo suficiente para llegar a cortarlas. También atendemos a muchos pacientes por callos, durezas... Cada vez estamos más mentalizados del cuidado del pie y es importante atajar cuando antes cualquier problema.
