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Cuadroveña lo celebra repicando

La localidad parraguesa estrena las nuevas campana y espadaña de su capilla por la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves

La procesión, ayer, en Cuadroveña. LUCAS BLANCO

El pequeño de seis años Rodrigo Niembro Cuenco siempre tendrá en su memoria el día de ayer. Este niño fue el encargado de hacer sonar por primera vez, después de su bendición, la nueva campana de la capilla de Nuestra Señora de las Nieves de Cuadroveña, estrenada durante las fiestas del pueblo.

El párroco de la localidad parraguesa desde hace once meses, Gustavo Riveiro, fue el encargado de dar la bendición a una pieza que fue construida en Cantabria en 2002 por encargo del vecino Pelayo González. "A partir de ahora esperamos poder responder a la llamada de esta campana unidos como una familia", señaló el sacerdote justo antes de bendecirla. Posteriormente, los feligreses asistieron a la misa, si bien previamente al inicio de los oficios el cronista oficial de Parres, Francisco Rozada, tomó la palabra para recordar la importancia de un pueblo que en su día superó los 1.000 habitantes y fue cabeza de una parroquia en la que estaba integrada Arriondas "cuando era cuatro casas situadas junto al Sella".

Asimismo, Rozada recordó que la capilla pasó a dedicarse a Nuestra Señora de Las Nieves a partir de su reconstrucción en 1922, bajo el patrocinio del indiano José Blanco, y destacó el papel tanto de Pelayo González, que fue canónigo de la catedral-mezquita de Córdoba y vecino de la capilla, como de Javier Sierra, vecino que hace unas semanas realizó los arreglos precisos y diseñó la espadaña para colocar una campana que llevaba doce años en desuso.

Una vez terminada la misa, los feligreses participaron de forma multitudinaria en la procesión que acompañó la imagen de la santa hasta su bendición sostenida por los vecinos y acompañada por la música de la gaita y del tambor.

Posteriormente los festejos se trasladaron hasta el campo de la fiesta, donde los asistentes organizaron una animada comida campestre. Ya por la tarde, los juegos infantiles y para adultos animaron el desarrollo de la jornada que culminó con una carrera de burros que puso la guinda a dos días de intensa actividad para este pueblo de 106 habitantes.

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