El clima, la combinación de playa y montaña y la buena oferta gastronómica. Esa parecer ser la fórmula para que año a año Llanes siga siendo el destino turístico más importante del oriente de Asturias. Los visitantes, no obstante, demandan que la oferta veraniega del municipio se complete con espacios específicamente dedicados a los más pequeños. Algunos visitantes verían también con buenos ojos la potenciación de rutas de montaña y de senderismo.

El madrileño Félix García es un asiduo de Llanes desde hace treinta años. "La tranquilidad que me permite cambiar de chip con relación a Madrid y la buena temperatura", es lo que busca. Asegura que le es muy complicado quedarse con un sitio concreto de un lugar que visita con asiduidad, no solo en el verano sino también durante el resto del año. "Aquí viene mucha gente pero no es un lugar masificado", explica.

La comida, que califica de sobresaliente, es para Félix García uno de los aspectos más importantes para atraer a los visitantes. "La oferta gastronómica es muy buena y variada en relación a la cantidad y calidad", asegura. García, gran aficionado a la montaña, recomienda que las autoridades municipales apuesten por la potenciación de las rutas de senderismo. "Los Resquilones es para mí el sitio más bonito del municipio con unos paisajes espectaculares, estaría muy bien que la gente lo conociese", dice.

Carmen Morais apenas lleva unas horas en Llanes y ya se ha pateado el casco histórico y el puerto deportivo. Lo hace en compañía de su novio, oriundo de Celoriu. "Busco playa y descanso. La playa de Palombina es, de lo que he visto hasta ahora, mi rincón favorito de Llanes. Recomendaría este lugar sin dudarlo", indicó. Sobre uno de los atractivos turísticos más populares de la capital de concejo, "Los cubos de la memoria", asegura que le han gustado "mucho. No me defraudaron. Me parece normal que por la acción de la mar estén algo desteñidos", señaló.

El abulense Ramón Sánchez paseaba por el puerto en compañía de su esposa. Ambos visitan el litoral asturiano por primera vez. Decidieron que la villa de Posada Herrera fuese el lugar elegido para sus vacaciones tras un intenso rastreo a través de internet. "Buscábamos un lugar no muy grande, con lugares para visitar en los alrededores y playa", sostiene. "La tranquilidad y paz que se respira" son para este funcionario lo mejor de Llanes, aunque confiesa que el tiempo es agradable, pero con pocos días despejados para visitar con asiduidad las playas. Califica la oferta gastronómica de "buena" y elige al casco histórico de la villa y al paseo de San Pedro como los lugares de Llanes que más le han gustado. "De Llanes solo mejoraría que hubiese un poco más de sol", añade.

Ana Bruno pertenece al grupo de turistas que si bien no se alojan en Llanes, han decidido pasar un día por este lugar. Esta segoviana lo hace acompañada de su pareja. "Conocía Llanes de oídas. Se trata de un lugar recomendable en todos los sentidos. Hace muy buena temperatura", sostiene.

Desde Plasencia, once años después, Jesús Sánchez ha vuelto a Llanes para pasar el verano. "Es la segunda vez que venimos a Llanes. La otra fue con mi mujer cuando éramos novios", explica. Se alojan en una casa rural en Cue. "Se adapta a las necesidades que tenemos con los niños", dice. El paisaje y "el fresquito" son lo que les ha traído de vuelta. Mejoraría el acceso a algunos arenales, que a su juicio no es del todo adecuado para, por ejemplo, ir con los bártulos de los pequeños.

Opina también que no le vendría mal al municipio ampliar las actividades destinadas a los pequeños de la casa para pasar el rato cuando toque lluvia. "Echamos de menos una especie de palacio de juegos para los niños. Esa ha sido una de las causas por las que hemos tardado en volver", indicó. La comida, bajo su punto de vista, es una de los puntos fuertes de la oferta llanisca. "No hace falta la carta para comer bien", aseguró. El matrimonio recalca que los precios no están desfasados. "Es mucho más caro Cantabria, País Vasco o el Sur", dicen