Los ganaderos de Parres exigen a la Consejería de Agroganadería que tome medidas efectivas para atajar el foco de tuberculosis bovina que se inició en 2012 y que ha obligado a sacrificar a 200 animales de doce ganaderías del concejo durante la campaña de saneamiento de este año.
Las áreas de mayor influencia de la bacteria se encuentran en Güexes, Cuadroveña y Fíos, donde seis explotaciones han sido sometidas a "vacíos sanitarios". "Y eso que aún no ha acabado la campaña, ya que falta el saneamiento de las reses que bajan del monte en noviembre", comenta el ganadero Gaspar Llerandi.
"Los ganaderos tenemos que organizarnos mejor para defender nuestros intereses", señala Yolanda Junco, que en agosto tuvo que enviar 23 reses al matadero tras decretarse el vacío sanitario en su explotación. Cobró por cada kilo de carne una media de 1,50 euros. "Antes decían que el foco estaba en la cuadra y ahora que son los animales salvajes de fuera", se queja, a la vez que reclama "más transparencia en la información y celeridad en la actuación" por parte del Principado.
En la misma línea se expresa Juan Ramón Huerta, que cuenta con 98 reses en su explotación de Villanueva de Fíos y ya ha sacrificado 15 ejemplares en lo que va de año por la enfermedad. "Me van a dar 500 euros por dos vacas cuando sólo el transporte al matadero de Pravia, que es el único autorizado para estos casos, me cuesta 150", apunta Leonardo Escobio, que cuenta con un caserío de 53 reses en Cuadroveña.
Todos ellos acudieron ayer a una reunión en Arriondas con Luis Venta, el portavoz de Agroganadería del PP en la Junta del Principado. "La Consejería debería tomar medidas valientes ante un problema que desde finales de 2012 ha obligado a sacrificar más de 500 reses en el concejo", resaltó Venta.
"Lo fundamental es determinar por qué se produce la enfermedad", apuntó Venta, que insistió en la necesidad de llevar a cabo estudios que tengan en cuenta la incidencia de la fauna silvestre en la propagación de la tuberculosis y tildó de "falacia" las declaraciones de la directora general de Ganadería, Rosa Urdiales en las que indicaba que los animales salvajes eran "sufridores" de la enfermedad porque se contagiaban por las vacas, "cuando podría ser justo al contrario", reflexionó Venta.
"No se puede hacer en 2014 las mismas campañas sanitarias que hace 30 años y marcar sin más al ganado por un análisis que en ocasiones no es objetivo, tal como demuestran los falsos positivos de la prueba de la tuberculina", afirmó Venta, quien también lamentó la "discrecionalidad" en los pagos a los afectados ya que "mientras unos ganaderos cobran a los dos meses, otros pasan diez sin ver un duro", resaltó.
Por su parte, el alcalde socialista, Marcos Gutiérrez, asegura estar a la espera de que la dirección general de Ganadería le confirme una reunión "para conocer la situación y saber que medidas adoptar frente a la tuberculosis".
