El que fuera primer alcalde de la democracia en Llanes, José Enrique Rozas Guijarro, falleció ayer, a los 69 años, en su domicilio de la capital del concejo. Abogado de profesión, José Enrique Rozas ganó las dos primeras elecciones democráticas en Llanes: en 1979 al frente de Unión de Centro Democrático (UCD) y en 1983 bajo las siglas de Alianza Popular (AP). Ha sido el único alcalde llanisco de la última etapa democrática que no se dedicó profesionalmente a la política, pues en todo momento siguió ejerciendo como letrado. José Enrique Rozas abandonó la política en 1987, cuando decidió no presentarse a la reelección.

La alcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo, en señal de duelo, ordenó ayer que las banderas del Ayuntamiento ondeen a media asta durante tres días. La regidora lamentó la pérdida. "Se ha ido una buena persona", indicó Álvarez Campillo, quien destacó que Rozas Guijarro, "por encima de su credo político" siempre estaba "dispuesto a tender puentes de diálogo".

Álvarez Campillo añadió que en el desempeño de su labor, "tanto política como profesional", Rozas Guijarro "solía sacar en todo momento un tono conciliador". Ese talante dialogante y conciliador quedó demostrado, por ejemplo, durante su segundo mandato, cuando Rozas Guijarro delegó algunas concejalías en ediles de la oposición, entre ellos el que le seguiría al frente de la Corporación municipal, el socialista Antonio Trevín. Y ello a pesar de que Rozas Guijarro contaba con la mayoría absoluta.

Entre las consecuciones de Rozas figura la rehabilitación del asilo Faustino-Sobrino y el impulso de proyectos como el polideportivo o la Casa de Cultura. Entre las espinas que le quedaron de su paso por la política destacan que no pudo conseguir para Llanes el Hospital del Oriente, ni para Posada el matadero comarcal, por los que lucho durante años.

Su ideario puede resumirse en las declaraciones que hizo a LA NUEVA ESPAÑA tras su triunfo en 1983, cuando subrayó que aspiraba a "la despolitización del Ayuntamiento", al considerar que éste debe de ser "un órgano ejecutivo y no político". "No debemos de estar en el Ayuntamiento defendiendo ideologías, sino que es preciso trabajar con la mayor eficacia posible en la realización de obras, que es lo que necesita el concejo", añadió.

José Enrique Rozas Guijarro deja viuda, Blanca de Bustos Zamarro; tres hijos y cuatro nietos. El funeral será hoy en Llanes. Después será incinerado en la intimidad familiar.