El equipo de gobierno de Ribadesella está inmerso en un proceso de inventariado de caminos públicos y montes comunales en la zona rural del concejo, donde además los dirigentes municipales se proponen otra importante tarea para ordenar este territorio, asignar un número a cada casa. Así lo anunció la alcaldesa del municipio, Charo Fernández Román, de Foro Asturias, quien explicó que en el último año ha estado una persona trabajando en el inventario de caminos y ahora otra lo continúa.

"Se quiere hacer de manera un poco más científica y no como estaba, escrito a bolígrafo", detalló la regidora, antes de destacar que el trabajo actual se realiza con métodos cartográficos que sitúan los caminos rurales con mayor precisión. Han cerrado una serie de núcleos de la zona rural que próximamente irán a pleno para ser aprobados por la Corporación, aunque Fernández Román señala que "queda bastante trabajo por hacer".

Este inventario es una demanda muy reiterada por los vecinos de la zona rural riosellana. La Alcaldesa cree que tanto el documento que recoja los caminos como el que registre los montes comunales van a evitar "muchísimos problemas entre vecinos y pleitos. Es algo que debe quedar ordenado", añade.

En cuanto a los comunales, en el Ayuntamiento se han encontrado con "apropiaciones por parte de vecinos" y con talas que, debiendo hacerse en terrenos particulares, cogen también el comunal y se llevan la madera que en él había.

También en la zona rural, a la Alcaldesa le gustaría poder asignar un número postal a cada casa, algo que ahorraría muchas confusiones a sus habitantes. "Es un problema gordo", describió Fernández Román antes de hacer referencia a la llegada de una ambulancia a un núcleo tan disperso como puede ser el de Sardéu si la casa del enfermo no tiene número. Si el conductor no conoce su destino o no da con alguien que lo conozca, es realmente difícil que dé con la casa que busca a la primera. Para la regidora esto es algo "muy necesario" que su equipo está "intentando poder llegar a hacer". Por otra parte, la renovación de las farolas es otra de las actuaciones previstas en la zona rural. Se están cambiando luminarias y soportes dentro de un proyecto que también abarca al casco urbano y que en los pueblos tiene a la localidad de Cuerres como "piloto" para evaluar los resultados.

De esta tarea se encarga la empresa Elecnor, adjudicataria de la gestión global del consumo eléctrico en Ribadesella. Lo hace desde el pasado mes de marzo, cuando el concejo se convirtió en el primero en aprobar un contrato para que una empresa asumiera la gestión eléctrica integral. Además de la facturación, el servicio incluye la renovación de las luminarias y de las más de 3.000 que se van a cambiar, la mayor parte está en la zona rural. La regidora subrayó tras la aprobación del contrato que "se ahorra anualmente un diez por ciento" en la factura global de la luz y apuntó que la empresa prevé realizar "en el primer año una inversión de 1,5 millones de euros".

Este dinero irá destinado, entre otras cuestiones, a instalar un sistema que permita gestionar la mayor parte de las farolas individualmente, así como el cambio progresivo de buena parte de ellas.