"Mucho cuidado con las fotos. Entre los neveros hay que pasar rápido por si acaso". Un vecino de Sotres que ayer bajaba en dirección a Arenas de Cabrales hacía esta advertencia a un turista que fotografiaba la zona que durante la jornada del domingo estuvo cortada dos horas por la mañana y otras dos por la tarde. La colocación de viseras antialudes es una vieja reivindicación de los vecinos de Sotres desde hace años para mejorar la seguridad de esta vía durante los temporales. Una necesidad que de momento no ha tenido respuesta por parte de la Administración pese a la insistencia de vecinos y Ayuntamiento. La vía que una Tielve con Sotres, tiene cinco puntos especialmente peligrosos por riesgo de aludes: La Lizosa, La Correntía, La Taraminguera, el Argadón, y la canal de la Vieya. Este esté último punto situado entre Sotres y Socundia el lugar más peligroso en la AS-264.

Luciano Fernández Fernández y Javier Fernández Labra conversaban ayer a primera hora de la mañana en el bar-tienda La Gallega, de Ana María Moradiellos. Luciano fue una de las personas que el domingo por la tarde se quedó atrapado entre dos aludes cuando trataba de volver a Sotres desde Arenas. Junto a él, cerca de medio centenar de vehículos. "Llevamos mucho tiempo pidiendo una solución para este problema pero nadie nos hace caso", aseguró. "Se tardó tanto en despejar la carretera porque mientras la quitanieves estaba retirando un neveru hubo otro", dice. Javier asegura que quizás este año, con elecciones de por medio, "los políticos puedan hacer algo más de caso". Según este vecino de Sotres, el verdadero peligro es para los visitantes. "Los que somos de aquí más o menos conocemos la carretera y las horas a las que es conveniente circular para evitar los aludes", explica.

Los turistas llegaron a Sotres el pasado fin de semana "en manada", explica Ana María Moradiellos. "De once de la mañana a ocho de la tarde había más gente en Sotres que cualquier día de agosto", aseguró. Los visitantes tan solo se encontraron abierto el bar tienda La Gallega. "Ayer calculo que entre cafés, caldos y chocolate pude servir unas doscientas tazas", explicó. Las reservas de fabada o cabrito en La Gallega se agotaron. "Me daba pena toda la gente que vino y se encontró con todo cerrado. Yo no daba abasto y tuve que mandar a gente a Tielve. A los que no pude atender y venían con críos pequeños me ofrecí para calentarles los potitos", indicó.

Moradiellos asegura que los aludes son un peligro. "Las mallas antidesprendimientos que hay en algunos puntos de la carretera no sirven para nada pues no soportan la fuerza de los neveros. Nosotros conocemos la carretera, pero los que vienen de fuera, no. Se tardó en despejar la carretera porque el palista estuvo atrapado entre dos aludes y en uno de ellos había caído también piedra. La carreta quedó abierta a las 19.47", manifestó.

Los espectaculares paisajes nevados de Sotres han hecho estos días las delicias de numerosos turistas. Julián García subió ayer a la población más alta de la comarca para ver la nieve junto a su hija Elsa Cimadevilla y su nieto Pelayo Giménez, de 3 años. García disfrutó de lo lindo mientras su nieto se deslizaba por la nieve con un trineo. "Es la primera vez que ve la nieve. Vivimos en Valencia y hemos venido unos días a conocer a mi sobrina. Nos coincidió la nevada y aquí estamos para que mi hijo conozca la nieve", señaló Elsa Cimadevilla.