Una minirretroexcavadora suspendida con la ayuda de una grúa telescópica de 60 metros comenzó ayer a retirar las piedras de la ladera donde se produjo el sábado el "argayón" de Parres, entre Soto de Dueñas y Arobes, que obligó a cortar la nacional 634.

El objetivo es que la máquina, que se encuentra fijada dentro de la cesta de la grúa con grandes cadenas, arranque los materiales inestables de la ladera para evitar nuevos derrumbes. La cantidad de rocas que ayer se desprendieron del talud y el tamaño de las mismas hicieron que el operario de la grúa temiera por la integridad de la máquina ya que varias rebotaron sobre ella. Sin embargo, el estricto protocolo de seguridad impedía el cambio de posición de la máquina. La balsa de contención, de aproximadamente 30 metros, situada bajo el argayu, minimizó el impacto de las rocas pero no impidió que muchas llegaran incluso a la vía del tren.

A mediodía visitó las obras el ingeniero César Fernández-Nespral, jefe del Servicio de Planeamiento, Proyectos y Obras de la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias, quien manifestó su deseo de iniciar un estudio en profundidad del estado de la ladera, una vez que terminen los trabajos de limpieza, para descartar la existencia de grietas por donde el agua pueda filtrarse produciendo nuevos derrumbes.

Una máquina mixta -pala y retro- se ocupó por la tarde de retirar las rocas que cayeron fuera de la balsa de contención. Los trabajos con la minirretroexcavadora, que continúan hoy, se vieron dificultados por la aparición de una raíz de un árbol de ocho toneladas de peso, que se bajó con la grúa por temor a que al caer alcanzará la vía del tren.

Los dos desvíos provisionales son ahora de sentido único para facilitar el tránsito a las ambulancias. En dirección a Oviedo, sólo se puede ir por Cuadroveña-Prunales, mientras que en dirección a Arriondas debe hacerse por Llames de Parres.