De las 269 reses que se sacrificaron el pasado año en Parres, sólo 48 tenían realmente tuberculosis bovina, según datos facilitados por la directora general de Ganadería, Rosa Urdiales, que ayer se reunió por petición expresa de los representantes de la Junta de Pastos con los ganaderos del concejo para resolver sus dudas. Urdiales, que pidió "no hacer demagogia con un asunto que afecta a la salud de animales y personas", afirmó que sólo se detectaron animales reaccionantes -fueron saneadas 5.600 reses- en 13 de las 233 explotaciones de Parres.

La directora general de Ganadería aseguró que, por el momento, no se puede afirmar que la fauna salvaje sea reservorio de la enfermedad, algo que muchos ganaderos cuestionan. Según Urdiales, este año se han analizado 54 muestras de jabalíes, 12 de ellas de Parres, y sólo una dio positivo en la prueba de tuberculosis.

Igualmente, en colaboración con el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) se recogieron en lo que va de año 53 tejones, 17 de ellos en Parres, sin que ninguno diera positivo. El coordinador veterinario de la zona del Oriente, Pablo Ordax, afirmó que desde que comenzó la temporada de caza los seis veterinarios de la zona están tomando muestras de sangre y ganglios de los jabaliés del coto de La Parraguesa, aunque los ganaderos presentes en la reunión denunciaron que sólo se hace en dos de las cinco zonas. Asimismo, lamentaron la lentitud de la Consejería en atajar un problema que les afecta desde hace tres años y pidieron que se analicen los animales domésticos para buscar en ellos el foco de la enfermedad.

Además de intensificar el control sobre la fauna salvaje, la directora general de Ganadería adelantó que está previsto hacer la prueba de la tuberculina a 50 explotaciones de Parres, en abril, antes de que el ganado suba a los pastos comunales, y que habrá una prueba Elisa para ampliar el abanico de detección precoz.