Los trabajos para instalar una doble malla metálica de contención en el "argayón" de Parres, que obligó a cortar la nacional 634 entre Sotu Dueñes y Arobes hace doce días, comenzaron ayer por la tarde y se prolongarán al menos durante una semana.

Sujetos por arneses y con la ayuda de una grúa, tres operarios del grupo Navec comenzaron la primera fase de la colocación de la malla, similar a la que existe a la altura de la variante de Infiesto. Esta primera fase consiste en la colocación de una tela de triple torsión -de acero galvanizado y con 1.5 milímetros de espesor- para evitar nuevos desprendimientos. La colocación de la tela, que tendrá una superficie aproximada de dos mil metros cuadrados, continuará hoy y se combinará con trabajos de desbroce en la zona afectada.

En la segunda fase está previsto colocar encima de la tela una red de cable y por último se procederá a perforar la ladera con el objetivo de introducir bulones -una especie de tornillos gigantes de hierro galvanizado con cabeza redonda- que sujeten la doble malla. Los operarios llevarán a cabo el proceso de perforación de la ladera suspendidos en la cesta de una grúa. En el interior de los bulones habrá una manguera por la que se introducirá cemento líquido hasta que rebose con el objetivo de aumentar la fijación a la piedra. En la parte izquierda del talud, más rocosa, se introducirán bulones de 4 metros de ancho por 12 de profundidad, mientras que en la de la derecha, por ser este un material más arcilloso, los bulones alcanzarán los 16 metros de profundidad. Los bulones estarán sujetos entre sí mediante un cable de 16 milímetros de ancho para conseguir que se mantengan siempre hacia dentro. Por último se reconstruirá la pantalla de protección.

La malla metálica no es la única solución que los técnicos barajan para evitar nuevos desprendimientos en el "argayón", situado en el punto kilométrico 347, en una zona en la que las filtraciones de agua son constantes. Los especialistas abogan por la construcción de un falso túnel en la zona aunque queda por aclarar si este afectaría a las vías del tren, que discurren a escasos metros del talud afectado.

Mientras tanto, los usuarios se quejan del caos circulatorio existente en los dos desvíos.