Una vecina de Cangas de Onís de 31 años y su hijo de cinco meses resultaron ayer ilesos en un accidente con un autobús en la nacional 634, entre Arriondas (Parres) y Llovio (Ribadesella), a escasos metros de donde la pasada semana se produjeron dos accidentes leves. El de ayer es el cuarto accidente en lo que va de mes en esta carretera, de cuya peligrosidad han alertado en varias ocasiones vecinos y conductores. Desde diciembre se ha contabilizado en la vía al menos 11 incidentes.

Afortunadamente el de ayer no tuvo consecuencias graves, pero sí dejó un buen susto. La conductora, T.C.A, se dirigía hacia las 11:20 horas a Ribadesella con el objetivo de pasar la ITV en el polígono de Guadamía. A la altura del Picu la Vieya se salió de la vía. El turismo, que quedó completamente girado, invadió el carril opuesto hasta quedar junto al quitamiedos. En esos momentos circulaba en sentido contrario un autobús que hacía el servicio de Llanes-Arriondas y que a punto estuvo de colisionar frontalmente con el turismo. La rápida actuación del conductor, que intentó esquivar el coche, impidió el choque frontal entre ambos vehículos y limitó los daños a una colisión lateral.

En esos momentos se encontraba en el interior del autobús un único viajero y tanto él como el conductor resultaron ilesos y salieron del mismo por su propio pie. La conductora de un coche que iba detrás del accidentado resultó ser médico y atendió a T.C.A. y a su bebé en un primer momento. Ambos no presentaban daños graves más allá de un cuadro de nerviosismo de la madre. Por otra parte, sólo hubo que lamentar daños materiales en el eje trasero de los vehículos; y en el caso del coche también de lado.

La Guardia Civil reguló el tráfico hasta la retirada de los vehículos. Aunque se desconocen las causas del accidente, las primeras hipótesis apuntan a que una mancha de gasoil o grasa en la calzada pudo ser el detonante del mismo. Los 15 kilómetros de nacional entre Arriondas y Llovio están entre los más peligrosos de la comarca.