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Arriondas abre una puerta a la Prehistoria

Los coloquios sobre arte rupestre centran algunas de las actividades de las XIII Jornadas Culturales del Instituto El Sueve

A la izquierda, Jenna Ryan, en su curso de repostería. A la derecha, Sofía Muñíz, en el taller "Bollywood". C. CORTE

Arriondas retrocedió ayer en el tiempo hasta la Prehistoria de la mano de Jesús Fernández Malvárez, uno de los descubridores de las muestras de arte rupestre presentes en la cueva riosellana Tito Bustillo, que contó su hazaña en el Instituto El Sueve con motivo de las XIII Jornadas Culturales.

Tras la obligada referencia a hallazgos artísticos prehistóricos encontrados en Altamira en 1868 o en la cueva francesa de Lascaux, en 1940, el ponente acaparó la atención de los alumnos de primer y segundo curso contando cómo descendió el 11 de abril de 1968 por El Pozu'l Ramu junto a 8 miembros del grupo de espeleología Torreblanca con escasas cuerdas. Ese día, Adolfo Inda encontró pinturas en lo que hoy se conoce como "Camarín de las vulvas" al alejarse para orinar. "No nos lo creíamos porque las pinturas de vulvas significaban que hace 18.000 años se tenía conocimientos de anatomía y además se sabía plasmarlos", explicó el ponente. Pero lo mejor estaba por llegar. De regreso a la superficie, a Tito Bustillo -que falleció tras una caída en Quirós 18 días más tarde- se le apagó la luz de carburo. "Al encenderla se produjo un pequeño fogonazo que iluminó la cueva y permitió ver figuras de caballos. Fue un subidón. Se me ponen los pelos de punta al recordarlo", relató a los escolares Fernández.

El siguiente paso fue encontrar una cámara fotográfica con flash para dejar constancia de su milenario hallazgo. "Es un testimonio único. La historia de cómo entraron sin casi medios en la cueva nos cautivó", apuntaron asistentes como Alejandra y Marina Fernández, de 12 años.

El historiador y guía Miguel Polledo también abrió una puerta al pasado con una ponencia sobre arte paleolítico. No fue la única actividad. Las jornadas, que finalizan hoy con el concierto del grupo musical "Los Ruidos" y cuentan con la presencia del pentacampeón del Sella Walter Bouzan, acumulan casi 40 talleres.

Y para reponer fuerzas, nada mejor que un curso de cocina de autor, con Ricardo González y José Antonio Campoviejo, ambos cocineros con estrella Michelin. Del postre se encargó la americana Jenna Ryan, que enseñó a alumnos como Jan Lorenzo a hacer muffins. "Ojalá no hubiera desayunado", exclamó el joven.

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