Cuando Sara Sánchez vendió hace algo más de dos años la panera familiar del Pedrosu, en Vis (Amieva), no podía "ni imaginar que los garabatos que lucían en tres de los laterales eran en realidad testimonios de excepción de la Guerra de la Independencia". Esta amievense de 83 años nunca les prestó demasiada atención porque pensaba "que se trataba de dibujos hechos por los rapacinos para entretenerse". Quien sí lo hizo fueron dos jóvenes, los hermanos Gloria y Julio Martínez García, que siempre tuvieron claro que las imágenes tenían un significado especial. Por eso, cuando se enteraron de que en la zona de Carbes la geógrafa Belén Menéndez estaba investigando la aparición de motivos decorativos muy similares en tres construcciones, no dudaron en ponerse en contacto con ella.

Menéndez está convencida de que en el trayecto que discurre entre Cangas de Onís y la Senda del Arcediano, muy transitado por el Regimiento encargado de defender esta zona de Asturias de los franceses, aparecerán más hórreos con este tipo de decoración histórica. Sus intuiciones no van mal encaminadas pues acaba de descubrirse nuevas imágenes de características similares en Pen.

"Aunque se desconoce la autoría por los trazos toscos parece que los dibujos pertenecen a la misma persona y que esta los hizo sin que mediara un encargo de nadie", explica la investigadora, que opta por la cautela y prefiere no llegar a conclusiones precipitadas hasta que finalice la investigación. En su minucioso estudio planea revisar uno por uno los hórreos y paneras que quedan en pie en Amieva.

Falta dilucidar si los dibujos de la panera del Pedreru, pintados en negro posiblemente con carbón vegetal, fueron hechos por un testigo de la invasión napoleónica o se pintaron más tarde. En cualquier caso, lo que está claro que este "Goya a la asturiana" tenía fijación por representar los escopeteros y chuceros que plantaron cara a los invasores.

Los militares del regimiento de infantería y un militar de caballería también tienen cabida en la obra. Aunque lo que más llama la atención de vecinos como Julio Martínez es un dibujo de gran tamaño que porta un sable "porque al tener los huesos tan afilados y marcados recuerda a la representación de la muerte".

Otra de las figuras que no pasan desapercibidas en la de un personaje armado, a caballo y precedido por un perro. Dado que la mayoría de los reclutados en la Guerra de la Independencia (1808-1814) combatían sin uniformar, vestidos con el traje regional al uso, cabe la posibilidad de que su tocado se corresponda con la tradicional montera picona asturiana.

Aunque el descubrimiento cogió "por sorpresa" a residentes como Gaspara Simón, todos comparten la alegría por el hallazgo. Otros como Maty García siempre supieron de su existencia pero no le prestaron atención "porque había otras prioridades, no teníamos estudios y había mucho que trabajar, así que nunca le dimos la importancia que realmente tenía", lamenta.

Lo que si coinciden en señalar todos los vecinos es la necesidad de tomar medidas para garantizar el buen estado de conservación del inmueble, cuya estructura se encuentra ligeramente dañada. En este sentido, la Asociación de Vecinos de Vis ha decidido tomar cartas en el asunto. El primer paso que darán será localizar a los propietarios particulares de la panera del Pedrosu, tarea nada sencilla si se tiene en cuenta que la construcción está dividida en cuartos. La presidenta de la asociación, Gloria Redondo, que se muestra "gratamente sorprendida con el hallazgo", no descarta además solicitar la colaboración de la Consejería de Cultura para que evitar que la estructura se venga abajo.

No es la primera vez que se encuentran dibujos con esta temática bélica en Asturias, donde a menudo los hórreos y paneras fueron utilizados como lienzos por los aldeanos para expresar su sentir y reflejar en cureñes y liños momentos determinantes de la historia. Estampas similares a las encontradas en Amieva ya se han registrado en Llerandi (Parres) y Brañachamosa (Lena).