Empieza la cuenta atrás para que el viejo edificio de la rula de Llanes, situado la calle Marqués de Canillejas, abra sus puertas como Oficina de Turismo. Las obras destinadas a transformar este histórico edificio diseñado por el arquitecto racionalista Joaquín Ortiz, ya se han dado por concluidas a falta de mínimos detalles. Varios obreros daban ayer los últimos retoques en el interior del edificio.
Los plazos que manejan el Ayuntamiento pasan porque el edificio sea inaugurado en su nueva función y reciba a los primeros visitantes como Oficina de Turismo, entre finales de mayo y comienzos del próximo mes de junio según adelantó ayer el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Llanes y concejal de Turismo, José Herrero.
El Consistorio recibirá la obra en las próximas horas. El pasado miércoles, varios operarios tomaron medidas en el interior de edificio a fin de poner las bases para amueblar este espacio. El equipamiento mobiliario de la futura Oficina de Turismo aún no ha sido adjudicado. Su adjudicación se cerrará, si todo transcurre con normalidad, la semana que viene, según las autoridades locales.
El nuevo uso de este emblemático edificio llanisco, construido en los años treinta del pasado siglo, como centro neurálgico de la información turística del concejo que más visitantes recibe en toda la comarca requerirá de un nuevo traslado de las dependencias de la sede turística, que a día de hoy se localizan en la planta baja de la Casa municipal de Cultura de Llanes. Será el segundo traslado en apenas dos años, pues en enero de 2013 este espacio pasó a la antigua casa de Posada Herrera desde la torre medieval de la villa.
El traslado de todo el material, según aseguró José Herrero, no supondrá en principio, que la oficina tenga que cerrar durante ningún día. La intención es realizarlo de manera rápida y ordenada para de esta manera evitar que la oficina deje de funcionar y de recibir visitantes.
Los trabajos para la remodelación del edificio diseñado por Joaquín Ortiz nacieron envueltos en la polémica debido a la demolición de un anexo de este espacio construido en 1992, y derribado por el Ayuntamiento de Llanes sin el permiso de la Consejería de Cultura. El Consistorio se vio obligado a reconstruir el anexo, que antes albergaba las cámaras frigoríficas de la rula, por requerimiento del Principado, días después de haberlo derribado.
Las obras en este edificio han sido ejecutadas por Ceyd, S.A. El proyecto para la rehabilitación de la vieja rula ha contado con un presupuesto de 209.828 euros. Con anterioridad se procedió a la reparación y consolidación de la estructura de la antigua lonja, obras que llevó a cabo la empresa MBP, S. L. por valor de 84.700 euros.
