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La Guardia Civil, especialista en el cole

"Queremos que nos vean un apoyo", señalan los agentes que ayer explicaron a los alumnos del colegio Peña Tu de Llanes el trabajo de sus siete grupos operativos

Un agente del Seprona de Panes muestra los prismáticos a varios alumnos de sexto de Primaria. P. M.

Enfundarse un neopreno y unas aletas, ver a través de unos prismáticos de visión nocturna o hacer sonar una sirena con todas las ganas cosas que un estudiante de Primaria e Infantil no hace todos los días. Por eso la jornada de ayer fue muy especial para los alrededor de 480 estudiantes del colegio Peña Tú de Llanes, que recibieron la visita de siete especialidades de la Guardia Civil, las que habitualmente operan en la zona.

La actividad está incluida en el "Plan director para la seguridad y mejora de la convivencia en los centros educativos y su entorno" y el objetivo fue, según el teniente adjunto de la cuarta compañía de Llanes, Carlos Fernández, "acercar las diferentes especialidades que pueden ver a diario" y que los escolares vean en la Guardia Civil "la ayuda y el apoyo" y la institución "a la que tienen que acudir cuando tengan un problema". La cancha cubierta del colegio se convirtió en un gran centro de operaciones con la presencia de la patrulla de protección de la naturaleza (antes Seprona, ahora Patrona), el servicio de montaña, los agentes de actividades subacuáticas, el servicio cinológico (con perros de detección de drogas y de seguridad, intervención y rescate), la Guardia Civil de Tráfico, la Policía Judicial y los efectivos de Seguridad Ciudadana.

Desde los más pequeños, de Educación Infantil de tres años, hasta los mayores del colegio, los alumnos de Primaria, todos disfrutaron viendo de cerca el trabajo de los agentes, que explicaron con mucho gusto en qué consiste su trabajo. La patrulla de protección de la naturaleza, por ejemplo, detalló cada uno de los útiles que emplean en su trabajo diario.

Desde las botas, el casco y los guantes más elementales hasta la pistola para reptiles, el lazo por si hay perros abandonados, las pesas y calibres para pesar y medir la pesca (en el caso de decomiso por capturas ilegales), los prismáticos normales y de visión nocturna, las bolsas para guardar cadáveres de animales (que pueden estar envenenados) y los botes para guardar los vertidos son sólo algunas de las herramientas que emplean agentes como Ramiro Rodríguez, de la patrulla de Panes. También mostraron como ejemplo de prácticas ilegales un gran cepo, válido para cazar un oso, decomisado en Peñamellera Alta hace unos ocho años. Otra de las especialidades que más llamaron la atención -además de los coches y motos con buenos acelerones y estruendosas sirenas- fue la de actividades subacuáticas, donde alumnos como Sergio Capó Salom se atrevieron con el neopreno, las gafas y las aletas con las que los agentes realizan las búsquedas. Para ello también se sirven de aparatos tan singulares como el "planeador", que sirve para llevar a un buceador remolcado, o el torpedo, "una especie de moto para usar bajo el agua y que permite al buceador ir autónomo", describió uno de los agentes al entregado público. El acercamiento que perseguían se consiguió y, quién sabe si también se despertó alguna vocación.

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