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El mastín leonés, un éxito en Aballe

El criador Miguel Ángel Méndez, de Caboalles, se lleva varios premios del concurso parragués con "Sardón de la Portiecha", "Fuego" y "Malú"

El mastín leonés, un éxito en Aballe

"Sardón de la Portiecha", un perro color lobato de tres años, fue el vencedor absoluto del concurso monográfico que la Asociación Española del Perro Mastín Español (AEPME) organizó ayer en Aballe (Parres). Junto a la iglesia de San Pedro de Deu se reunieron medio centenar de ejemplares, pero fue el mastín del leonés Miguel Ángel Méndez el que cautivó a la jurado Carmen González. No fue el único triunfo de Méndez.

Sus perros "Fuego" y "Malú" se alzaron con el título de mejor pareja y su mascota Leño obtuvo el de mejor cachorro. Este vecino de Caboalles de Arriba destacó "el gran nivel de los asistentes y el gran trabajo realizado por la organización". La mejor hembra del concurso fue "Julia de Loredo", entre los cachorros menores de cinco meses triunfó Isco" de Puente La Gera" y el mejor lote de cría recayó en "Afijo de Filandón".

A la cita parraguesa, que puntuó para el campeonato nacional, acudió público de todas partes de España. El mayor número de criadores de mastín provino de Cantabria, Galicia y León, según explicó el responsable de la AEPME, José Manuel Moncó. Desde el leonés valle de Laciana, cuna de cría de mastines, llegó uno de los criadores más jóvenes, Víctor Álvarez. "En casa siempre hubo mastines porque son ideales para cuidar a las ovejas. Del rebaño nos deshicimos pero de la afición por estos perros no", resaltó este joven de 16 años. Desde Gijón llegó María Álvarez junto a su familia para confirmar a "Bruxa del Picu Sanmartín" y saber si puede aumentar la camada. "Se valora mucho que el rabo llegue al suelo, la mordida, los corbejones, la altura superior a 77 centímetros en el caso de los machos, su movimiento fluido", explicó su marido José Ángel Fernández.

Y es que criar mastines, raza cuyos cachorros alcanzan los 1.000 euros, no es tarea fácil, tal como reconoció el delegado territorial de AEPME en Asturias, Ángel Fernández. "Crecen mucho en poco tiempo por lo que el trabajo de los criadores para que no sufran displasia de cadera es fundamental", explicó.

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