El absoluto divorció en torno al Plan General de Ordenación de Llanes (PGOLL) entre el equipo de gobierno socialista, y la oposición impidió ayer cualquier acuerdo en una sesión plenaria que se prolongó durante tres horas y media. El Grupo Socialista seguirá adelante con el documento urbanístico: "la mayoría de los llaniscos quiere nuestro modelo, porque hasta ahora, en los últimos veintiocho años, nos han seguido votando", señaló la alcaldesa, Dolores Álvarez Campillo, quien insistió en varias ocasiones en que será el resultado de las elecciones municipales del domingo el que dictaminará el verdadero sentir de los vecinos con respecto al Plan General y a la ordenación territorial del concejo. Mientras tanto, un grupo de vecinos se manifestaba en el exterior contra el PGOLL y los dirigentes socialistas, portando una pancarta con el lema: "Ya no nos engañáis más".

El PSOE tiró de mayoría absoluta para aprobar una propuesta de la Alcaldesa que propone introducir en el PGOLL algunos de los cambios solicitados por vecinos de varios pueblos. La oposición aseguró que la votación es "nula de pleno derecho", presuntamente "ilegal", quizá "delictiva" y que "carece de validez", pues se sitúa fuera del procedimiento reglado en materia urbanística. "No sirve para nada", subrayaron PP, Foro y no adscritos. Además, calificaron la propuesta de "electoralista", al considerar que sólo persigue "recuperar votos", tras el rechazo vecinal al PGOLL.

Claro que la oposición, aunque coincidió en rechazar y criticar la propuesta socialista, tomó tres caminos diferentes: la única edil de Foro, Marián García, se ausentó del Pleno durante la votación, para "no participar en una pantomima", lo que arrancó los aplausos de la mayoría de los presentes; el PP se abstuvo, y los concejales no adscritos votaron "no". Eso sí, los tres partidos opositores reclamaron la retirada del PGOLL y la elaboración de un nuevo documento, con la participación de los vecinos.

El portavoz socialista, José Manuel Herrero, admitió que su grupo pensó en un primer momento que la propuesta aprobada el 24 de febrero pasado era "la correcta". Pero añadió que, a la vista del "unánime rechazo vecinal" en varios pueblos, la obligación de los gobernantes es "ser sensibles" a sus reivindicaciones y modificar el planeamiento. Aseguró que la razón de convocar un Pleno para aprobar los cambios en el PGOLL es "que los vecinos puedan comprobar que las modificaciones que pidieron se van a cumplir". Resaltó que su propuesta supone retrotraer la tramitación entre 6 y 8 meses, mientras que iniciar otro plan supondría un retraso de 3 años.