Los jabalíes y venados no actuaron solos en esta ocasión. Al menos eso es lo que determina el Juzgado de lo contencioso-administrativo n.º 4 de Oviedo, que en un fallo obliga a la consejería de Agroganadería a abonar a un ganadero de Piloña 2.268 euros en concepto de daños provocados por el tejón en su tierra. Sin embargo, demostrar la autoría del tejón no ha sido fácil, ya que inicialmente la consejería denegó esta indemnización al atribuir los desperfectos sólo a especies cinegéticas.
La denegación llegó el pasado 10 de diciembre y la asociación de ganaderos profesionales de Piloña decidió recurrirla. Ambas partes fueron llamadas a declarar y por parte de la consejería se aportó el testimonio del guarda, que negó que hubiera evidencias de daños ocasionados por un tejón. Los ganaderos aportaron una prueba pericial, así como el testimonio del presidente del colectivo de ganaderos, Luis Cueto, que dio fe de evidencias de esos daños.
El juez consideró que el detallado informe pericial encargado por los propios afectados daba la razón a estos respecto a la implicación del tejón y por tanto, además de la compensación por los daños ya abonada por parte de los cazadores -de más de 5.000 euros por los daños del jabalí y el venado-, la administración regional debe abonar 2.268 más intereses como refleja la ley de caza, respeto a "los daños ocasionados por especies de la fauna silvestre no susceptible de aprovechamiento cinegético".
La resolución favorable de este recursos es celebrada tanto por el afectado, un ganadero de Ferreros, en Piloña, como por todo el colectivo local de ganaderos profesionales, que desde su creación ha ganado, de manera parcial o total, todos los pleitos en los que se ha visto envuelta.
"El secreto en haber ganado está claro: si vemos que tenemos razón y podemos demostrarlo, vamos hasta el final y si no, no lo hacemos", comenta el presidente del colectivo, Luis Cueto, con la última sentencia favorable en sus manos.
