La Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) ha denegado la legalización de unos apartamentos turísticos construidos de forma irregular en el paraje de Covalayu, perteneciente a la localidad de Celoriu. El "no" de la CUOTA a legalizar los dos edificios, que aún puede ser recurrido ante los tribunales, obliga a la reposición del antiguo inmueble (las ruinas de una cuadra invernal), con la reconstrucción de los muros preexistentes. El equipo de gobierno, del PSOE rechazó ayer realizar declaraciones sobre este asunto.

La CUOTA rechazó la legalización de las edificaciones por dos razones: la licencia fue concedida por el Ayuntamiento, pese a que este organismo carecía de competencias para hacerlo, y el edificio existente gozaba de protección medioambiental, lo que obligaba a conservar los muros. La resolución está avalada por dos informes, uno técnico y otro jurídicos, que rechazan la legalización de las construcciones.

La concesión irregular de la licencia por el Ayuntamiento había sido denunciada por la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), que alegó que la cuadra estaba situada fuera del núcleo rural de Celoriu y que, por lo tanto, la concesión de la licencia requería un informe previo favorable de la CUOTA. Además, AVALL indicó que el terreno está calificado de uso agrícola y ganadero. "Pese a ello, el Ayuntamiento concedió la licencia, y a mayor ilícito, no vigiló la conservación de los muros, que fueron demolidos por la propiedad en su totalidad, sin dejar piedra sobre piedra", resaltó AVALL, que subraya que los propietarios son "familia directa (tíos carnales)", de un exconcejal, que cuando se otorgó la licencia ostentaba responsabilidades urbanísticas en el gobierno socialista local.

Según AVALL, el rechazo de la CUOTA a legalizar el negocio turístico deja claro que el Ayuntamiento, "por su actuación ilegal", ha "comprometido económica y legalmente de manera muy grave" a los propietarios del enclave. Añade que "la reclamación ante los tribunales de justicia no puede proporcionar a los propietarios más que, previsiblemente, grandes gastos económicos para llegar al mismo resultado actual", pues "solo procede la demolición de lo construido, sumado a la correspondiente sanción".

AVALL destaca que el Gobierno llanisco no puede acogerse "al desconocimiento de la legalidad vigente", pues ya en 1992, "permitió por omisión la construcción de tres viviendas unifamiliares en terrenos próximos y de las mismas características urbanísticas, concretamente en la denominada Mañanga de Porrúa, que de no haber sido denunciadas en su momento habrían significado un precedente a través del cual hoy, ese paraje se habría convertido en toda una urbanización de viviendas unifamiliares y edificios dedicados a la hostelería, tal y como se pretendía en Covalayu".

AVALL tildó de "vergonzante" la actuación del Gobierno municipal y lo señaló como "responsable" de haber "causado la desgracia" a los propietarios de Covalayu "y a los pueblos de Celoriu y Porrúa". El colectivo vecinal acusa al Gobierno llanisco de "torear" la Ley, tanto en Covalayu como en Mañanga, "destruyendo no solo un enclave de alto valor paisajístico y medioambiental, sino también todo un muestrario de lo que forma parte de la historia de los pueblos limítrofes y del arduo trabajo de roturación y acondicionamiento que sus antepasados llevaron a cabo para convertir una zona esencialmente de monte, en pastos fértiles y cercanos a sus localidades, que les permitieron desarrollar una actividad económica agroganadera que los distinguió siempre.