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JULIO ARBESÚ | Cineasta, presenta su película "Bailandia" en Colunga | Diálogos orientales

"Mi película ha tenido más proyecciones públicas en Cataluña que en Asturias"

"Se puede hacer cine de verdad sin ser una industria, los medios digitales para el rodaje y el montaje han democratizado la creatividad del séptimo arte"

Arbesú, junto al cartel de su primera película. P. M.

Julio Arbesú (El Entrego, 1957) estudió Ciencias Empresariales, pero nunca ejerció su carrera. Trabaja como funcionario en el Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio y dedica su tiempo libre a sus facetas de escritor y músico. En 2014 dirigió su primera película, que esta tarde (19.30 horas) exhibe en la sala Loreto de Colunga.

-Presenta "Bailandia" como una producción con "unos medios económicos modestos y unos medios humanos muy ricos", ¿por qué?

-Porque hoy en día eso es posible. Me refiero a hacer cine de verdad: un largometraje con ambición artística y la vocación de satisfacer a un público amplio. Hasta ahora el cine de verdad era una industria, pero ahora los medios digitales para el rodaje y el montaje han democratizado la creatividad del séptimo arte. De todos modos, no se entienda mal, "Bailandia" costó varias decenas de miles de euros, a pesar de la aportación desinteresada de actores, actrices, bailarines, músicos... Esos son las medios humanos muy ricos. Mucha gente creyó en el proyecto.

-La acción se desarrolla en un lugar en el que una empresa pretende construir hoteles, carreteras y campos de golf pero se topa con una ley que "prohíbe destruir para construir donde haya gente bailando", una "antigua idea" que sin embargo conecta totalmente con la actualidad, ¿aborda un problema de todos los tiempos?

-Aborda el problema antiguo como el mundo de la lucha de David contra Goliat, pero con características muy actuales. La historia que cuenta "Bailandia" en forma de fábula es en realidad una metáfora sobre el peligro de que los humanos destruyamos nuestro planeta, que es el único que tenemos para vivir.

-¿Cree que debería haber más gente bailando allí donde el ladrillo no es constructivo?

-Mi utopía como autor es la de que haya grupos que reconozcan en esta idea una nueva forma de lucha, no violenta, llamativa y alegre, aunque cansada. En cualquier caso, debería haber más gente bailando en todas partes.

-La película se podrá ver en Colunga dentro de un ciclo de cine asturiano actual que se llama "Y sin embargo? se mueve", ¿hace falta destacar que el cine que se está haciendo en la región existe?

-Sí, claro, hace falta. "Bailandia" ha tenido más proyecciones públicas en Cataluña que en Asturias. Además, sospecho que cada vez se va a hacer más cine en Asturias, como en cualquier otra región sin una gran ciudad como Madrid o Barcelona. El motivo es lo que decía antes de que se puede hacer cine de verdad sin ser una industria.

-¿Qué circuito hay, más allá de ciclos de este tipo, de que a uno le vean en su propia casa?

-Corramos un tupido velo. O bien pensemos en la utopía de que la nueva consejería de Cultura se implique más con esto. Por ejemplo, podría dotar de un verdadero presupuesto a la Filmoteca de Asturias.

-Las entradas al cine convencional han bajado algunos euros con la introducción de promociones especiales. ¿era necesario para salvar los muebles?

-Si se ha hecho, no imagino otro motivo que el de que sí, era necesario.

-¿Hay fórmulas para que el público pueda ir al cine sin arruinarse, pero permitiendo que los cineastas puedan vivir de ello?

-Esta no es una pregunta que se pueda contestar brevemente. Habría que hablar de el cine comercial, sobre todo americano, que es una gran industria capaz de meterte la publicidad hasta en la sopa y de hacer películas como churros basadas casi siempre en mucha acción y fórmulas manidas. Ellos suben los precios y competir con sus métodos es muy difícil. Pero habría muchas más cosas que decir.

-Cultura acaba de proteger media docena de cines antiguos de la comarca del Oriente, ¿qué se podría hacer con estos edificios, muchos cerrados y cerca de la ruina?

-Supongo que protegerlos para mantener tan solo su fachada y su recuerdo no es lo interesante. Habría que convertirlos, si es posible, en salas polivalentes con una programación variada de cine, teatro, conciertos... A veces en los pueblos también hay grupos que necesitan locales para ensayar música o teatro. De todos modos, hay que reconocer que para los ayuntamientos suele ser difícil mantener locales con medios y con personal.

-Sin embargo, los vecinos tienen que ir hasta Oviedo o Gijón para ver una película en una sala, ¿cree que funcionaría un cine en la comarca?

-Quizás merezca la pena intentarlo.

-Estrenó "Bailandia" el año pasado, su primer largometraje, ¿en qué trabaja ahora y qué proyectos futuros tiene?

-Aparte de acabar una novela y seguir trabajando en nuevas canciones, estoy intentando concentrar energía en una nueva película basada en una novela mía publicada hace varios años y cuyo guión ya tengo acabado.

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