Gaiteros, gigantes y cabezudos (en la imagen de arriba) inundaron ayer las principales calles de Cangas de Onís como aperitivo antes de la quema del rozu en la tradicional joguera que los mozos saltaron en el Robledal de la capilla de San Antoniu. Los más pequeños disfrutaron con tres lecturas teatralizadas a cargo de "El Teatrín" (imagen de abajo), informa C. CORTE.