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El inicio de la temporada estival

Colunga, Caravia y Ribadesella dan el visto bueno a sus playas

Teresa Busta y el pequeño Nicolás Nava Alonso, ayer en el Arenal de Morís. P.M.

Las que se estudian en el Museo del Jurásico de Colunga (Muja) no son las únicas rocas de la zona. Y si no que se lo pregunten a los usuarios de la playa del Arenal de Morís. A las ya habituales rocas en la mitad del arenal se han sumado este verano nuevas en la parte más occidental. Esto se debe a que la playa ha perdido mucha arena y esta carencia deja al descubierto las formaciones.

Pese a que para muchos es un incordio y origen de algunos tropezones más o menos dolorosos, para los incondicionales del Arenal no supone un problema. Es el caso de Arsenio Díaz y su familia, vecinos de Cangas de Onís y que cada año la visitan en su veraneo . "Nos gusta porque es una playa tranquila, sobre todo para los niños", expuso el padre, quien reconoce que la presencia de más rocas dificulta algo el baño, pero sobre todo para quien no conoce la playa. Este "problema" se acentúa con la marea baja, pues con la alta las rocas incordian mucho menos. "Tienes que meterte muy adentro para notarlas", añade el cangués, que disfruta de la playa acompañado de su mujer, Teresa Busta y de sus dos hijos, Saúl y Carmen Díaz, además de otros amigos y familiares.

Al Arenal de Morís, como a La Espasa (también en Caravia) y a las playas del vecino concejo de Colunga (La Isla, La Griega y El Astilleru, de Lastres) llegará el próximo 1 de julio. El servicio en todas ellas será diario y se prestará desde las 12 hasta las 19 horas. La alcaldesa de Caravia, la popular Salomé Samartino, cree que La Espasa "tiene más piedra que otros años, pero menos que el año pasado". El río Espasa, que desemboca en el arenal, ha sido desviado y algunos buceadores resaltan el cambio que esto ha producido en las corrientes.

El alcalde de Colunga, el socialista Rogelio Pando, explica que las playas del concejo están "muy bien de arena", aunque advierte de que "es algo cambiante". El Ayuntamiento realizó recientemente tareas de acondicionamiento sobre todo en El Astilleru, donde los cantos rodados habían ocupado el espacio de la arena. Los arenales del concejo de Ribadesella también presentan un aspecto, en general, más confortable para los bañistas que el de la temporada anterior. La de Santa Marina está "bastante mejor que el año pasado", apuntó el concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo García, de Foro Asturias. En la de Vega hay piedra todavía, pero también ha mejorado en un año y algunos bañistas explican que en La Atalaya hay más piedra y sube menos la marea.

Apuntan que hace tiempo, para llegar a la peña de Guía había que nadar un trecho y ahora es lo primero que se encuentra quien se zambulle. En cuanto al servicio de salvamento, el concejo riosellano ha sido el más madrugador, pues los socorristas llevan vigilando los arenales de Vega y Santa Marina diariamente desde el pasado día 16.

En el caso de La Atalaya, donde se han colocado por primera vez dos aros salvavidas, el servicio se estrenará el día 4 de julio, sólo se prestará durante los fines de semana y será el mismo horario que en Santa Marina, de 11.30 a 19.30 horas. En Vega será de 12.00 a 19.00 horas.

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