Las paredes de la iglesia de San Juan de Parres no dejan de dar sorpresas. A la figura pictórica de Santiago Peregrino, famosa por sus importantes dimensiones y su buen estado de conservación, se suma un nuevo hallazgo: un dibujo de Santiago Matamoros. La peculiaridad de la imagen, posiblemente del siglo XVII, reside en que tanto Santiago Matamoros, que monta a caballo y aparece portando una espada en señal de lucha, como el grupo de fieles que le preceden armados con lanzas, visten los atuendos típicos de finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII, fecha en que previsiblemente se levantó la iglesia sobre la base de una primitiva nave románica.
Su descubridor, el historiador y subdirector del Ridea, Andrés Martínez Vega, dio con ella por casualidad mientras revisaba la conocida figura de Santiago Peregrino, situada en la capilla anexa al presbiterio de la iglesia, que también cuenta con decoración geométrica en su bóveda. La representación iconográfica muestra a Santiago el Mayor tal como se le describe en las crónicas medievales como patrono de España, que narran su intervención en favor de los cristianos contra los musulmanes y en las cuales porta sombrero y peluca con bucles.
Martínez Vega dio a conocer el descubrimiento durante su conferencia "Las huellas jacobeas en los caminos de peregrinación a Covadonga". "Es muy probable que tanto la de Santiago Peregrino -que levanta la túnica para enseñar una pierna y se diferencia de San Roque por llevar el libro de los Evangelios en la mano- como la de Santiago Matamoros, formaran parte de un retablo mural más amplio del que sólo se conserva el cuerpo central hasta nuestros días", dijo Martínez, que destacó la riqueza en detalles y policromática de la obra.
Además, hace hincapié en la gran riqueza pictórica del Oriente, "donde hubo muchos talleres de pintores aún sin estudiar ni reconocer". En este sentido, el historiador resalta la necesidad de poner en valor el patrimonio de la ruta jacobea, como las pinturas de la ermita de San Martín de Escoto, en LLames de Parres, que representan el entierro de San Martín de Tours en la pared meridional y que están casi irreconocibles por la humedad. "Se deben tomar medidas urgentemente para que no se pierdan", pidió.
