Conservar el medio ambiente sale "un poco caro". Es la conclusión a la que llegaron ayer muchos de los turistas que se acercaron a disfrutar del paisaje de los Lagos coincidiendo con la activación del plan de transporte, que implica el cierre durante varias horas de la carretera a los vehículos particulares y la activación de un sistema de acceso en autobús.

El catalán Pedro Castilla se llevó una sorpresa al comprobar que no podrá subir en coche a los Lagos entre las 8.30 y las 20.00 horas, hasta el 6 de septiembre. "En la casa de Villaviciosa en la que me hospedo me comentaron que las restricciones comenzaban tras el día 25. No veo mal que se regule el tráfico en beneficio de la naturaleza pero pagar 8 euros por cada adulto me parece excesivo, deberían reducirlo a 3 euros por persona", apuntó.

En la misma línea se expresó el mallorquín Carmelo García, que, acostumbrado a subir en coche en invierno, se llevó una sorpresa al ver que la única manera de acceder a los Lagos era en autobús o en taxis de la cooperativa de Cangas de Onís. "Es entendible que se regule el acceso en los días de máxima afluencia pero lo veo más como un negocio, porque el billete no es nada barato", contó. Más conciliador se mostró su amigo Guillem Francesc, también de Mallorca, que visitaba el santuario por primera vez. "La intención es buena", zanjó.

La portuguesa Helena Carvalho pide "que se publiciten más" los horarios y periodos en que el plan está en activo. "Si hubiera sabido que el plan entraba ayer en funcionamiento, hubiera adelantado la visita a los Lagos un día para subir con mi propio coche porque es mucho más cómodo y puedes parar para hacer fotografías", apuntó. En la misma línea se expresó su padre, José Carvalho, que celebra que se asegure la sostenibilidad del parque nacional pero pide unos precios de billete más asequibles "que ronden los 3 ó 4 euros".

Otros, como la barcelonesa Gemma Barrul, apoyan la iniciativa de cortar el tráfico en épocas de mayor afluencia sin tapujos. "Yo dejé el coche en Cangas, cogí el bus, que pasa cada 10 minutos y me parece que está todo bien organizado y el precio no es caro. Con todas las curvas que tiene esa carretera imagínate que caos circulatorio se forma si dejas subir a todo el mundo", reflexionó. El granadino Carlos Fernández optó por dejar su coche en el parking de Sotu y subir junto a sus tres hijos y su mujer en taxi. "Pagamos 37 euros, 11 por cada adulto y 5 por cada crío, pero no nos parece mal que se restrinja al tráfico si es por proteger el paisaje", contó Fernández, que se decantó por el servicio de Taxitur porque "al ir en familia y con niños pequeños da más intimidad". El servicio incluyó una parada en el mirador de la Reina y una estancia de hora y media junto a La Ercina. "Nos gusta el ciclismo y por eso teníamos gana de conocer los Lagos", contó Fernández, que se aloja en San Vicente de la Barquera durante sus vacaciones.

Las restricciones no afectan al santuario de Covadonga, adonde los conductores pueden acceder libremente. Los billetes para subir en autobús pueden adquirirse en la estación de Cangas de Onís y en El Bosque, El Repelao, Muñigu y (pese a que oficialmente no se puede) en Covadonga.