Las guarderías del parque nacional de los Picos de Europa y de la Consejería de Agroganadería inician hoy una campaña conjunta de control de población de lobos en los concejos de Onís, Cangas de Onís y Amieva. La extracción de animales se efectuará mediante la técnica de aguardos y recechos y su prolongación en el tiempo dependerá de los resultados, según las autoridades.

La actuación de la Administración llega después de que los ganaderos manifestaran su intención de "tomar medidas contundentes" si no se pone freno a los ataques a sus reses, aunque fuentes de la Consejería negaron que las medidas se efectúen como consecuencia de esas presiones. "Son unas actuaciones rutinarias que ya estaban previstas y que no se comenzaron antes porque era época de cría", señalaron.

El regidor de pastos de la montaña de Covadonga, José Antonio García Álvarez, más conocido como "Toño, el de Mestas", valoró de forma positiva la iniciativa. "Sólo queremos que acaben con los daños que están sufriendo nuestros animales, el cómo no es cosa nuestra, ellos sabrán qué medidas son las más efectivas", apuntó el regidor, que acaba de ser reelegido por décima vez por el Consejo de Pastores como representante de los ganaderos.

García denunció que en la noche del martes se registraron ataques a dos terneros, uno en Vega de Ceñal y otro en las inmediaciones de La Ercina. Esta última no fue contabilizada por el Parque al poseer el propietario un seguro privado, según explicó el regidor, que sitúa en 51 el total de ataques sufridos en lo que va de verano en la montaña de Covadonga. García afirmó que tiene "el brazo tendido al diálogo" pero matizó que si en 15 días no se empiezan a notar los resultados y se reducen los ataques, seguirán "dando caña, porque la gente está muy caliente y no podemos dejar que los lobos sigan campando a sus anchas por los Lagos". Otro de los temas que preocupa a García es la paulatina reducción de la superficie de pastos en la zona a causa del matorral y el exceso de burocracia que ralentiza el funcionamiento de las explotaciones.

En cuanto a la posibilidad de que las batidas sean perjudiciales al provocar la dispersión de la manada por otras áreas, como la del Cuera, el regidor esgrimió que "aunque lo nieguen, ya están extendidos por esas áreas y por otras como Hibéu o Cuana.

Por su parte, la representante de las asociaciones ecologistas asturianas en el Patronato del parque nacional, Laura López Varona, criticó la campaña de control de lobos "porque no sólo no se soluciona el problema, sino que se va a complicar más", sentenció. Aseguró que está científicamente comprobado que el aumento de controles no está relacionado con la reducción de daños, sino al contrario. Como ejemplo puso los dos años en que los controles estuvieron suspendidos por un juez, entre 2012 y 2014. "En 2013 no hubo controles y fue el año que menos daños hubo, porque influyen otras variables, como el grado de custodia de los ganaderos sobre su ganado, la carroña que haya en los montes o los animales salvajes de los que se pueden alimentar", dijo Varona, que criticó la matanza indiscriminada de animales, que trae como consecuencia "la desestructuración de las manadas".